【IXX】

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Capítulo 19: Sadao Ryuu, un padre de familia.

"Llevaré tu carga hasta el día que tu mueras ¿Es real? Crees que eres inocente

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"Llevaré tu carga hasta el día que tu mueras ¿Es real? Crees que eres inocente."




         El viento que chocaba contra su cuerpo lo hacía sentirse libre de algún modo. Casi tocar el cielo con sus manos le da emoción y estar así desplazándose con su equipo de maniobras le da esa sensación de estar completamente vivo en esos momentos. Sus oscuros cabellos se sacudían salvajemente a medida que avanzaba por las casi iluminadas calles de Tokyo antes de detenerse sobre un edificio a apreciar el hermoso amanecer.

Buenos días, Ryuu.

—Buenos días, Ruki. — saluda con una pequeña sonrisa en su rostro a su simbionte.

Aún se le hace desconocido lo que significa esa palabra. Simbionte, es lo que es Ruki. Una especie de masa mucosa capaz de poseer el cuerpo de una persona o animal, sin un contenedor les es imposible sobrevivir y según Ruki hay más como él, solo que no los conoce aún.
Ryuu también se pregunta si existirá alguien como él que tenga un simbionte en su cuerpo y cómo este lo controla.

—Bien, volvamos a casa.

Se lanzó del edificio sin más para engancharse de uno de los edificios y comenzar a deslizarse entre estos hasta el enorme edificio que era su agencia. Había mucho movimiento adentro y afuera. Gente que iba entrando y saliendo, algunos de los que estaban adentro corrían de un lado a otro y cuando lo vieron pasar hicieron una fila para colocar sus manos detrás de su espalda, inclinarse un poco y gritar fuerte y alto.

—BUENOS DÍAS, HEICHOU.

—Buenos días a todos. — los reclutas se enderezaron, esperando sus siguientes palabras. — Hoy fue una jornada bastante movida. Quiero felicitarlos a todos por el buen trabajo que hicieron hoy. Descansen y recuerden no olvidarse nada al salir.

Volvieron a moverse de forma más tranquila y ordenada mientras el pelinegro caminaba con el camino libre hasta su oficina para quitarse su equipo de héroe. Empezó con quitarse el arnés que apretaba en su cuerpo para evitar que el equipo de maniobras en su espalda baja se caiga. Suspiró aliviado al sentirse libre, se quitó sus botas, luego su pantalón, su capa y su camisa para cambiarlas por algo más de calle.

¡Tengo hambre!

—Mhm, yo también... Pero, se te irá el apetito cuando sepas con quién vamos a comer.

Ryuu estacionó su auto frente al hospital y bajó la ventanilla para que su hijo lo vea. Había arreglado con Enji que él lo pasaría a buscar, con la condición de que lo lleve a casa y almuercen todos juntos. Ryuu también puso su condición; no hablar entre nosotros o de nosotros frente a los niños. Saludó a su hijo con un beso en su frente, ruborizado un poco al menor que no estaba acostumbrado a esas muestras tan cálidas de afecto.

𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞 || ʙɴʜᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora