【XXXII】

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Capítulo 32: Sadao Ryuu, un hombre en casa.

“Me dejaste arder y ahora somos cenizas en el suelo

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Me dejaste arder y ahora somos cenizas en el suelo. Nunca digas que me he alejado, siempre te querré”.








            Un suspiro salió de sus labios cuando retiró las vendas que cubrían las cicatrices y heridas de su última batalla, luego ese suspiro se volvió en uno más ruidoso cuando sintió de forma fresca el agua mojar cada rincón de su anatomía al recostar su cuerpo en la bañera. Se hundió hasta tener el agua sobre sus labios y al cerrar sus ojos recordó por qué estaba ahí.

Toshinori lo fue a buscar, lo trajo a su hogar y preparó para él aquel baño antes de irse por trabajo.

Sus ojos estaban cerrados, en verdad estaba disfrutando al fin su libertad y tranquilidad. En el hospital no pudo pensarlo o analizar la situación... Pero, ahora que estaba en silencio y casi soledad podía pensar en todo lo que pasó; liberó a Shigaraki Tomura del mandato de All For One al cual también metieron tras las rejas, ganó la custodia de sus hijos, Enji firmó los papeles de divorcio, aclaró sus sentimientos compartidos con Toshinori, recuperó todo su sueldo el cual ya fue depositado en su cuenta de banco y, sobre todas las cosas, siente tanta paz.

Sus problemas ahora son menores, pero no por eso poco importantes. Debe hablar con la Liga de Villanos, específicamente con Touya para sanar sus heridas internas y externas, que sus hijos sanen con terapia, todos, y el más grave de todos...

¿Tomar el mando de la Liga de Villanos o no?

Su pecho vibró como si un ronroneo saliera de ahí, pero no por él, sino por el simbionte que gracias a sus emociones también podía estar relajado luego de mucho trabajo pesado.

Ah... Esto recetó el doctor.

Mhm... Nada mal. — confirma demasiado a gusto ahí.

Abrió sus ojos para pasear su vista por la costosa bañera. Notó que ésta tenía algunos botones, reconoció los dibujos del frío, calor y la curiosidad creció en él al ver el dibujo de burbujas sobre uno de los botones. Lo presionó, apenas éstas comenzaron a emerger desde abajo y a sus espaldas soltó un gemido de satisfacción. Si antes planeaba ser rápido para no molestar ahora lo tendrán que sacar a la fuerza de ahí, estaba llorando de la satisfacción, nunca en su vida se relajó tanto como ahora.

Oh, voy a poner uno de estos en la nueva casa... — asegura muy a gusto.

¡Quiero nadar!

No le vio el problema, puso sus manos cerca de la grieta en su pecho para recibir entre estas una masa viscosa de color negra con detalles azules neón; eso era Ruki, algo parecido a un slime que daban ganas de apretar como pelota anti estrés. Hundió un poco aquella bolita para ver cómo daba giros alrededor de su mano, siempre manteniendo contacto con su piel para no hundirse. Luego se quedó quieto sobre sus manos, con la cabeza hacia arriba y el resto de su "cuerpo" hundido en el agua. Ronroneaba bastante, podía sentir lo mismo que su simbionte, ambos estaban de acuerdo con que ese es el mejor baño en años.

𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞 || ʙɴʜᴀWhere stories live. Discover now