El bienestar de los alumnos de la UA se ve en peligro cuando un nuevo grupo llamado "La liga de Villanos" ataca sin compasión a los alumnos de la clase 1-A. El festival deportivo está a la vuelta de la esquina y Nedzu sabe que solo un hombre es capa...
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"Tu belleza en realidad nunca me asustó. "
Una nueva mañana comenzaba en la gran academia para los mejores héroes de todo Japón, UA. En uno de los salones privados del establecimiento, se encontraba el héroe número uno, sentado, bastante tenso en su lugar.
Toshinori golpeaba su dedo en su muslo, de vez en cuando observaba su reloj, solo para darse cuenta de que pasó 1 segundo más de la última vez que revisó. Suspiró, luego se estiró para acomodar de forma recta la pequeña cuchara de metal, luego girar levemente las tazas y nuevamente acomodar la cucharita.
—... ¿Debería usar mi forma musculosa...? No, no, é-él dijo que le agradaba así... ¿O lo dijo por lástima?
Tragó mucha saliva, acomodó nervioso la corbata de su elegante traje amarillo con rayas negras y alisó un poco las arrugas, pero eso solo le hizo darse cuenta que aquel traje le quedaba demasiado mal en esa forma porque realmente le doblaba de tamaño. Suspiró desanimado, hasta que sintió los pasos fuera de la puerta que lo pusieron tenso y a la expectativa.
—Toshinori, soy yo. — avisa desde el otro lado.
Al símbolo de la paz se le salió el alma por la boca apenas cayó en cuenta de la persona al otro lado de la puerta.
—A-A-ADELANTE. — permite con un grito, que puso su rostro rojo de la vergüenza por haber levantado tanto la voz.
Cuando Ryuu ingresó a la habitación notó que adentro no estaba Toshinori, sino All Might. El rubio adoptó su forma musculosa, de nuevo, con él presente a pesar de que ya lo conocía realmente como era. Suspiró decepcionado por eso, cree que el rubio no confía plenamente en él, pero en realidad Toshinori se puso tan nervioso que se transformó por reflejo. Ahora sudaba mucho más que antes por el rostro claramente decepcionado de su amor platónico.
—T-toma asiento... — pide, sonando más como una súplica para acabar con aquella vergüenza de una vez por todas. — ¿Té?
—Gracias. — sus dedos rozaron con los del rubio y con solo sostener completamente la taza notó que este realmente estaba sudando hasta por donde no debería salir. — ... ¿Estás bien?
—PERFECTAMENTE. — chilla tomando de golpe el té en su bebida, las pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos y tuvo unas horribles ganas de desaparecer en esos momentos.
— ¡Oye! ¡¿Cómo vas a tomar de golpe el té caliente?! ¡Toma, bebe agua! Y por favor, hazlo despacio. — pide mientras le pasa un vaso con agua tibia, su mano acarició la ancha espalda del rubio que se estremecía con cada toque y temía porque sintiera el acelerado ritmo de su corazón por tenerlo tan cerca. — Dios, de verdad estás sudando... ¿Qué tienes?
