6.- Calumnia

1.7K 126 101
                                    

GRACIAS A TODOS SUS COMENTARIOS Y ESTRELLAS QUE ME MOTIVAN A SEGUIR ESCRIBIENDO...

AQUÍ LES DEJO EL NUEVO CAPÍTULO...

¡DISFRÚTENLO!

En el rancho de "Los Manzanos", Carlos, el mayor de los sementales, forcejeaba con Julián, el enfermero de don Serafín

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el rancho de "Los Manzanos", Carlos, el mayor de los sementales, forcejeaba con Julián, el enfermero de don Serafín.

Julián le dio una bofetada a Carlos, luego que este le revelara que Diego había hecho una apuesta con sus hermanos para llevárselo a la cama.

El barbado intentaba besar a la fuerza al ojiazul cuando don Serafín salió de su recámara y usando toda su fuerza empujó a Carlos para que soltara a Julián.

El anciano gritó: no vuelvas a tocarlo... si te atreves a hacerle daño a Julián, te largas de esta casa, Carlos, ¿me escuchaste? ¡TE LARGAS DE ESTA CASA!

Sorprendido y furioso, el ojiverde vociferó: ¿de qué hablas abuelo? Yo no estoy molestando a tu enfermero, es él quien se me anda ofreciendo...

Julián iba responder, pero el anciano habló primero: eso no es cierto, escuché perfectamente lo que estaban diciendo antes que saliera y ni tú, ni tus hermanos se van a burlar de él... óyeme bien Carlos, el que se atreva a hacerle algo malo a Julián se va de esta casa... y se va sin nada...

Antes de seguir hablando, don Serafín comenzó a toser fuertemente, por lo que el ojiazul intervino: tranquilo don Serafín... no hable más, no le hace bien...

Lejos de preocuparse por la salud del anciano, el mayor de los sementales dijo: no puedo creerlo abuelo... no puedo creer que pongas por encima de tus nietos a este desconocido... él no es nada tuyo y nosotros llevamos tu sangre... cómo puedes amenazar con corrernos por este...

Julián gritó con lágrimas en los ojos: ya cállese... no se da cuenta que su abuelo tiene una crisis de tos... váyase y déjeme atenderlo... no haga que se ponga peor...

Viendo que su abuelo no podía hablar por la tos que le aquejaba, Carlos golpeó la pared lleno de ira y se alejó sin decir más.

Julián ayudó a don Serafín a llegar hasta su cama y tras acostarlo, le colocó la mascarilla de oxígeno para regular su respiración.

Luego de varios minutos de atenciones y tras aplicarle medicamentos, la tos comenzó a ceder.

Con el corazón afligido, el ojiazul tomó la arrugada mano del anciano y le dijo: tranquilo don Serafín, ya pasó... se va poner mejor, ya verá...

Los SementalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora