14. Boda

1.9K 128 189
                                    

RECIÉN SALIDO DEL HORNO LLEGA ESTE NUEVO CAPÍTULO, UN POCO MÁS LARGO QUE LOS DEMÁS.

DISFRÚTENLO Y NO OLVIDEN DEJAR SU ESTRELLA Y COMENTAR PARA QUE  HAYAN MÁS ACTUALIZACIONES.

DISFRÚTENLO Y NO OLVIDEN DEJAR SU ESTRELLA Y COMENTAR PARA QUE  HAYAN MÁS ACTUALIZACIONES

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¡ACEPTO CASARME CONTIGO!"

Esas palabras sellaban el destino de Martín Salas, quien aceptaba convertirse en el esposo de Carlos Obregón para pagar el tratamiento médico de su abuela y asegurar el futuro de su hijo.

El noble doncel no imaginaba que el semental también se casaba con él para cumplir con la cláusula del testamento de don Serafín, que le permitiría hacerse de su herencia sin tener que esperar 10 años para disfrutar de la misma.

Luego de escuchar a Martín, Carlos sonrió satisfecho, pero antes de decir algo vio, que el doctor Fabricio Cisneros caminaba hacia ellos, por lo que tomando con posesividad de la cintura al doncel, lo besó ardientemente en los labios.

Fabricio se detuvo, quedándose inmóvil al ver a Carlos y Martín besándose.

El médico se percató que el doncel no oponía resistencia al beso, por lo que agachando la cabeza, se dio la vuelta y se alejó rápidamente.

Con sus pequeñas manos, Martín empujó a Carlos cortando el apasionado arranque del varón.

Martín: basta Carlos, ¿no te das cuenta que estamos en un hospital?

Sonriendo cínicamente, el barbado contestó: ¿y qué tiene? Tú y yo ya estamos comprometidos... no le veo lo malo a que una pareja a punto de casarse se bese en público...

Martín: no te burles de mí... sabes perfectamente por qué acepté ser tu esposo... y no creas que porque vamos a casarnos, voy a permitir que te propases conmigo...

Carlos: eso lo sé, chiquito... pero no voy a tener que esperar mucho porque mañana mismo iré al registro civil para arreglar todo lo necesario para nuestro matrimonio... estoy seguro que más tardar en una semana podremos casarnos...

Sorprendido, el castaño cuestionó: ¿una semana? ¿quieres que nos casemos en una semana?

Carlos: cuánto antes mejor... tu abuela no quiere que la gente se dé cuenta que estás embarazado, por eso tenemos que casarnos ya...

Martín: pero es que si nos casamos así tan de repente, el pueblo también va a murmurar... yo pensé que nos casaríamos en unos meses...

Arrinconando al doncel contra una pared, Carlos habló mirándolo a los ojos: ¿meses? Yo no puedo esperar tanto para hacerte mi esposo... ¿no entiendes que si pudiera te llevaría ahora mismo ante un juez para que esta misma noche durmieras conmigo?

Los SementalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora