28.- Lágrimas

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¡NUEVO CAPÍTULO!

PARA CONSENTIRLOS POR UNA LARGA ESPERA, ESTA SEMANA LES TRAIGO DOBLE CAPÍTULO DE LOS SEMENTALES.

NO PUEDEN DECIR QUE NO LOS CONSIENTO, ESO SÍ, ANTES DE LEER, PREPÁRENSE CON SUS PAÑUELOS DESECHABLES PORQUE EL TÍTULO DE ESTE CAPÍTULO LO DICE TODO.

¡DISFRÚTENLO!
🤠🤠🤠

"Yo no voy hacerme cargo de ese niño, es más ni siquiera tengo la seguridad de que sea mío, porque tú no eres más que una zorra"

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"Yo no voy hacerme cargo de ese niño, es más ni siquiera tengo la seguridad de que sea mío, porque tú no eres más que una zorra".

"Eres un desgraciado, este hijo es tuyo... eres su padre y tienes que apoyarme, yo no puedo hacerlo solo".

"Pues entonces abórtalo o búscale otro padre para que te mantenga, pero de mí no obtendrás nada y lárgate ahora mismo de mi casa... no quiero volver a verte nunca más".

"Maldito canalla, te juro que un día me vas a pagar esta humillación, te lo juro".

Esa fue la última vez que Tiago Riva Palacio vio al verdadero padre del hijo que espera, el hombre al que intentó amarrar mediante un embarazo, sin pensar que no lo lograría.

Antes de salir de la mansión del que fuera su amante, Tiago entró a la recámara donde pasó muchas noches apasionadas y sin dudarlo sustrajo de un pequeño cofre de porcelana un collar de perlas, un collar con un significado más allá de lo económico.

Algunas semanas después, Tiago ya no vive en la capital, regresó a San Benito, su pueblo de origen, y ahora se encuentra frente a frente con Julián Grajales en el rancho de "Los Manzanos".

Julián no comprendía el porqué de la visita del doncel de cabellos rizados, por lo que mirándolo a los ojos, preguntó: te escucho, Tiago... ¿cuál es el "asunto urgente" por el que vienes a buscarme?

Tiago guardó silencio por unos instantes y tras dar un largo suspiro, comenzó a hablar: Julián, yo no te conozco, pero mi abuelo me ha dicho que tú eres un doncel extraordinario... una persona justa, sensible y de fuertes principios morales...

Julián: agradezco las palabras del licenciado Riva Palacio, pero sigo sin comprender por qué has venido a buscarme... porque supongo que no has venido solo para repetir los halagos de tu abuelo hacia mi persona...

Fingiendo mansedumbre, el cínico doncel respondió: por supuesto que no... si he enumerado todas tus virtudes es porque son la razón por la que me he atrevido a venir a hablar contigo... a pedirte, a suplicar tu ayuda...

El semblante sereno de Julián cambió al escuchar las palabras del pelirrizado: ¿a suplicar mi ayuda? pero en qué puedo ayudarte yo...

Los SementalesWhere stories live. Discover now