8.- Borracho

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CONTINUAMOS CON LA MARATÓN DE CAPÍTULOS DE "LOS SEMENTALES".

SIGAN APOYANDO LA HISTORIA CON SUS ESTRELLAS Y COMENTARIOS PARA QUE HAYA MÁS CAPÍTULOS ¿O YA LE PARAMOS? 😁

AQUÍ ESTÁ EL NUEVO CAPÍTULO...
¡DISFRÚTENLO!

Dicen que cuando hay luna llena, las emociones humanas se alteran provocando comportamientos irracionales

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Dicen que cuando hay luna llena, las emociones humanas se alteran provocando comportamientos irracionales... esta noche hay luna llena en San Benito y en la casa de Martín Salas las emociones están al rojo vivo.

Carlos Obregón intentó abusar nuevamente de Martín, por lo que para defenderse el doncel clavó un cuchillo en el brazo izquierdo de Carlos.

Con el rostro bañado en llanto y sosteniendo la filosa arma cubierta de sangre, Martín gritó: lárgate Carlos, lárgate o te mato... si me vuelves a tocar, ¡TE JURO QUE TE MATO!

Apretando con su mano derecha el brazo del que salía sangre, el barbado vociferó: te vas arrepentir de esto Martín, ahora mismo iré a la policía para acusarte de intento de asesinato... vas a pagar muy caro tu atrevimiento...

Sollozando, Martín habló con fuerza: hazlo, ve con la policía y cuando vengan a detenerme les contaré todo... les diré que me has violado dos veces... les diré que me deshonraste porque era virgen cuando me violaste por primera vez...

Carlos: será tu palabra contra la mía y yo soy un Obregón... el más perjudicado serás tú... a ti es a quien todos van a señalar, a quien van a juzgar, porque yo diré que te me ofreciste, que tú me sedujiste...

Martín: pues ya no me importa... denúnciame y todos en San Benito sabrán lo que me hiciste, incluso tu abuelo, quien dicen es un hombre justo... ya veremos qué dice él al saber que su nieto mayor es un violador...

Carlos: ya veo de qué vas... ahora quieres sacar provecho ¿verdad?... quieres ir con mi abuelo para que él te dé dinero para callarte la boca... eres como todos los donceles, un interesado...

Martín: yo no quiero nada de ti, ni de tu abuelo, lo único que quiero es que me dejes en paz... ya obtuviste lo que querías de mí, olvídate que existo...

Dándose cuenta que el sangrado de su brazo no se detenía, el barbado sentenció: ya te dije que no te vas a librar de mí tan fácilmente... soy yo quien decidirá cuándo dejarte en paz, pero mientras tanto, no puedes mirar a ningún hombre... nadie que no sea yo te puede tocar ¿entendiste?... eres MÍO solamente, hasta que yo quiera...

Sin soltar el cuchillo, el ojicafé replicó entre lágrimas: yo no soy de nadie, pero si lo que te preocupa es que me fije en algún hombre, no lo hagas, porque solo pensar que alguien me haga lo mismo que tú, me produce asco...

Los SementalesWhere stories live. Discover now