Machistas, lujuriosos, atractivos e infieles, así son los sementales... tres hermanos ricos y guapos que no conocen el amor, sólo la pasión.
*Novela BL/Mpreg
*Esta es una historia con temas muy fuertes, lenguaje vulgar y alto contenido sexual.
Si er...
PENSABA PUBLICAR ESTE CAPÍTULO HASTA EL VIERNES, PERO GRACIAS A QUE EL CAPÍTULO ANTERIOR SUPERÓ LOS 300 COMENTARIOS, DECIDÍ ADELANTARLO RECOMPENSANDO SU INTERÉS POR ESTA HISTORIA... SIGAN APOYÁNDOLA.
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"Te quiero Julián, te quiero..."
"Yo también te quiero, Diego, TE AMO..."
Con un apasionado beso, Diego y Julián se declaraban su amor siendo cobijados por la sombra del gran árbol de manzanas, el mismo árbol donde el pelirrubio pasaba las mañanas con don Serafín.
El varón separó sus labios del doncel para preguntarle mirándolo a los ojos: Julián ¿quieres ser mi novio?
El ojiazul sonrió y contestó al tiempo de acariciarle la mejilla a su amado: por supuesto que quiero ser tu novio...
Embargado por la felicidad, Diego cargó entre sus fornidos brazos a Julián para dar de vueltas junto al rubio.
Sorprendido por el arranque de euforia, el ojiazul gritó: Diego, me vas a tirar, ahhhh... con cuidado... ay...
El musculoso semental bajó al doncel riéndose lleno de alegría: jajajaja... no te asustes, jamás haría algo que te haga daño... es que estoy feliz, en estos momentos soy el hombre más feliz del mundo...
Sonriendo, el pelirrubio comentó: eres un tonto... pero así te quiero...
El doncel besó con ternura la punta de la nariz de Diego para después quedarse ambos mirándose fijamente... en esos instantes, no hacían falta palabras, sus miradas decían todo lo que sentían el uno por el otro.
Fue Julián quien rompió el silencio diciendo: ¿sabes? me alegra mucho que me hayas pedido que fuera tu novio precisamente aquí... este lugar es muy especial para mí porque aquí es donde pasé muchas mañanas con tu abuelo... bajo la sombra de este árbol platicamos de tantas cosas...
El rubio acarició con su delicada mano el tronco del árbol y después Diego colocó su grande mano sobre la del doncel.
Diego: para mí este lugar también es especial... porque este árbol fue sembrado hace muchos años por mi abuelo y por mi papá... ¿mi abuelo no te lo contó?
Julián respondió acariciando el cabello del varón: sí, me lo contó como también me contó muchas cosas más... tu abuelo los quería mucho, Diego... a los tres, los amaba por igual, pero especialmente a ti... me decía que tú eras el más parecido a tu padre...
