(Michael Myers, Jason Voorhees, Thomas Hewitt, Harry Warden)
Pronombres usados: Ninguno, cualquier cosa pongo (_) para que lo leas a tu confort (a/o/e)
(Contexto; -x slasher- vuelve tarde a casa, esperando encontrarte dormid_, pero grande fue su sorpresa al verte despiert_, despeinad_ y haciéndole "manitas" para que te cargue y te lleve a tu cama)
☆Michael Myers:
Michael regresa a casa para ver todo; tú, con una expresión de cansancio en tu rostro y cabello desordenado, sentad_ en el sofá, presumiblemente esperándolo. Deja escapar una bocanada de aire por la nariz, cerrando la puerta con el pie. Te habías acostumbrado a que él se fuera tarde en la noche y regresara temprano en la mañana, y por lo general ya estabas dormid_. ¿Habías tenido una pesadilla? ¿Estabas simplemente deseando sus afectos?
A pesar de la inclinación inquisitiva de su cabeza, no das más detalles, continúas dándole ojos de cachorro cansado, mientras flexionas las manos para abrirlas y cerrarlas. Rodó los ojos, siendo esta expresión oculta por su máscara.
"Bien", piensa, tomándote en sus brazos. "Vamos a llevarte a la cama."
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☆Jason Voorhees:
Jason cerró la puerta detrás de él con un resoplido, el hacha manchada de sangre aún colgada de su hombro. Es por eso que odia cuando la gente consume metanfetamina en su bosque; ¡Tienen tanta maldita energía y son tan difíciles de atrapar!
Mientras se quita las botas, el hacha regresa a su lugar habitual junto a la puerta, el suave "thwip thwip" de los pies deslizados contra la madera dura llama su atención.
Si tuviera una voz para hacerlo, habría arrullado. Llevabas una de sus camisas, el cabello desordenado y salvaje, flexionando las manos hacia él a modo de invitación. Se quita rápidamente la bota restante, sus largas piernas lo llevan hacia ti en unos pocos pasos.
Tus manos encuentran un lugar en la parte delantera de su camisa ensangrentada. "Ya pasó tu hora de acostarte", lo regañas y bostezas. "Ya pasó la hora de acostarnos", corriges con una risita. Jason levanta su máscara lo suficiente como para plantar un beso en tu frente. Tiras insistentemente de su brazo y él cede. Se limpiará por la mañana. Hora de acostarse.
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☆Thomas Hewitt:
Thomas sonríe ante esta vista familiar, desabrochando las correas de su delantal. Estás sentad_ sobre las sábanas de tu cama compartida, con las rodillas dobladas debajo de ti y las manos alcanzando a tu esposo.
Aunque está agotado por el trabajo del día, le queda suficiente energía para bromear; finge doblar muy lenta y meticulosamente su delantal, desatando cuidadosamente los cordones de sus botas, uno a la vez.
"Toommyyyy", gimes, estirando su nombre. "Ven aquí ya, te extrañé".
A esta petición, él cede, quitándose los zapatos y la máscara a toda prisa mientras se dirige hacia ti. Tu suspiro de satisfacción queda amortiguado en la tela de su camisa. Apesta a sudor y carne, pero no te importa en lo más mínimo. Acaricias tu cara más profundamente en el hueco de su cuello y él se derrite a tu alrededor, sus fuertes brazos te presionan contra ti. Finalmente está en casa, y eso es todo lo que importa.
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☆Harry Warden:
Harry no se da cuenta de que estás sentad_ en la mesa de la cocina, con una taza de café en las manos, hasta que te aclaras la garganta. Lo incita a mirar hacia arriba, después de haber estado desatando sus zapatos de trabajo, y verte arrastra un gemido desde el fondo de su garganta.
"Bebé, ¿qué te dije acerca de esperarme?"
"No demasiado", es tu respuesta somnolienta. "Pero eso es tonto porque no puedo ir a dormir sin ti aquí, así que lo hice de todos modos".
Él suspira, tirando las llaves de su auto en el plato. Pensando que ya estarías durmiendo en la cama, se había dado una ducha extra larga después de su turno, ansioso por deshacerse del polvo y la suciedad que le había dejado un día en las minas. Ahora está haciendo una mueca, preguntándose cuánto más sueño te privaría.
"Bueno, no puedo hacer nada al respecto ahora." Se pasa una mano por la cara. "Está bien, deja el café. Tienes trabajo por la mañana, es hora de ir a la cama". A pesar de haberte dicho que lo hagas, es Harry quien te arranca la taza medio vacía de las manos y vierte el resto por el fregadero.
Se gira hacia ti, ladeando la cabeza en dirección a tu dormitorio. "Vamos, tienes trabajo mañana. Trata de dormir un poco mientras aún puedas.
No haces ningún movimiento para hacerlo. En lugar de eso, extiendes tus manos hacia él, con la palma primero, flexionando los dedos. Él frunce el ceño. "¿Qué?"
Resoplas y te levantas de tu silla. Suavemente, tomas su rostro entre tus manos y lo atraes para besarlo. Sabes a café barato y sobras y probablemente él sepa a cualquier champú que haya usado. Podría ser el sabor favorito de Harry en el mundo.
Después de un largo momento de empaparse de la calidez del otro, se alejan.
"Okey. Ahora puedo dormir."
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