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Nunca te habías dado cuenta de lo grande que es Patrick en comparación contigo.
Hace ejercicio, lo entiendes, Patrick está dolorosamente orgulloso de su máxima perfección física. Solo los músculos de su brazo son más grandes que la mayoría de las partes de ti. Es asombroso que sea tan amable contigo; no te trata como si estuvieras a punto de romperte, pero conoce su propia fuerza.
Es demasiado obvio, las diferencias, cuando él se eleva sobre tu cuerpo, sosteniendo tus muñecas con una mano. La otra alcanza casi todo el camino alrededor de tu cuello, sin asfixiarte, simplemente reposando allí. Él no tiene que sacar el aliento de tus pulmones; el mero recordatorio de que podría es suficiente para un viaje de poder en este momento.
Patrick tiene cuidado de no poner todo su peso sobre ti (con un cuerpo mucho más pequeño y menos duradero que el suyo, uno nunca puede ser demasiado cuidadoso), por lo que sus piernas descansan a cada lado de las tuyas, lo que permite una comparación entre ellas que hace que tus ojos se vuelvan locos porque todo sobre el hombre encima de ti es grande y poderoso.
Incluso te preguntas si podrá entrar. Hasta sus dedos son grandes en comparación con los tuyos, y está siendo paciente, preparándote y preguntándote si te sientes cómod_.
¿Cómo le dices que quieres que te trate como a un muñeco de trapo y que use su fuerza para hacerte sentir como un simple saco de papas?
Aparentemente, le dices con ese expresivo jadeo mientras se desliza con cuidado dentro de ti, sus ojos capturan y catalogan todas tus reacciones, porque parece captar la indirecta; no estás segur_ si tu respiración se detiene debido a su demostración de poder o porque su mano está apretando tu cuello.
