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【🅴】 Capítulo Explícito

Había perdido la cuenta de cuándo había sido la última vez que alguien me había tocado con tal intimidad y fuerza. Durante todo el tiempo que estuve saliendo con Wonho había fantaseado con el momento en que sus fuertes brazos me sometieran, pero cuando lo estaba viviendo no me lo podía creer.

Sus besos habían comenzado en mi boca, haciendo que nuestras lenguas danzaran en medio del erotismo y la lujuria, pero no se conformó y bajó a mi cuello para dejar una buena ración de besos húmedos y succionar mi piel. La ancha camisa fue levantada y un invasor se adentró entre la tela y mi sensible piel para jugar a dar pequeños mordiscos en mis pezones que me arrancaron gemidos audibles mientras una de sus habilidosas manos descubría la punta de mi miembro dejando pequeños masajes circulares con el pulgar, que me hacían estremecer.

Suponía que Wonho era bueno en la intimidad, pero no imaginé que sería casi un experto. Fue hasta ese momento que entendí el increíble deseo de algunas mujeres cuando pedían que alguien acabara dentro. ¡Es que con alguien así hasta yo querría que me hiciera un hijo!

—¿Qué ocurre? —preguntó Wonho al ver mi expresión de estar fuera de control.

Obviamente omití el comentario absurdo que mi mente había pensado momentos atrás y fui directo a lo que en realidad importaba.

—Vamos a la cama. —pedí entre jadeos.

Su sonrisa se ensanchó al ver que había hecho un desastre conmigo, ya que mi cara estaba notablemente roja y caliente, mi respiración se había acelerado, además estaba totalmente erecto y anhelando más que nunca su cercanía.

Sin decir más, me tomó en sus brazos y me llevó a la cama en donde me dejó caer aprovechando a deshacerse de una buena vez por todas de mi ropa interior. Debía admitir que me sentía muy avergonzado de estar desnudo frente a él, pero otra parte de mí me consolaba diciendo que era justo y necesario.

De hecho esa fue la primera vez que me sentí avergonzado de mostrarme desnudo frente a alguien en un momento como ese, pero toda la vergüenza se disipó en medio de sus besos, lo cual me hizo pensar que quizá Wonho si me importaba demasiado.

Sin cortar nuestro contacto busqué a tientas con mi mano derecha en uno de los cajones de debajo de mi cama y saqué un frasco de lubricante sellado y se lo di a Wonho. Él tomó el frasco, frunció y el ceño y sonrió.

—¿Sellado? —preguntó alzando la ceja.

Asentí levemente y miré hacia otro sitio.

—¿Tu abuela nunco tuvo una vajilla que era la mejor entre todas pero que nunca te dejó tocarla porque era para ocasiones especiales? —Wonho frunció los labios para no reírse ante mi estúpida pregunta, pero finalmente asintió. —Bueno, esta es mi vajilla.

La risa de Wonho no se hizo esperar, ni tampoco sus dulces besos. Poco después procedió a derramar el líquido en su mano frente mi expectante mirada, y finalmente su mano bajó a mi entrepierna sin prisas. De hecho se tomó su tiempo en hacer todo tan tortuosamente lento que incluso cuando solo estaba tocando alrededor de mi entrada, yo jadeaba deseando una estimulacion mas profunda.

—Date prisa... —supliqué sin poder evitarlo.

Su coqueta mirada se apartó de mi entrepierna y se cruzó con mis ojos pintando una sonrisa traviesa.

—¿Cuál es la prisa? —susurró continuando con su constante masaje que sin necesidad de ser penetrante, ya estaba dilatandome. —Si estás tan apurado, ¿deberías hacerlo tú?

Su provocación era notoriamente intencional, pero en ese momento ya no tenía tanta paciencia como para esperarlo, asi que si quería un espectáculo estaba dispuesto a dárselo. Por lo que no dudé en darme la vuelta, apoyarme sobre mis rodillas y dejar mi mejilla reposando sobre la almohada. Él entendió mi petición no verbal y derramó un poco de líquido directamente sobre mí y sin esperar mucho inserté mi dedo fácilmente, pero casi inmediatamente después su dedo acompañó al mío y me hizo gemir.

Karma Se Escribe Con Mayúscula Where stories live. Discover now