03.

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Llegué a mi apartamento arrastrando los pies como si fueran de plomo. Hoseok miraba directamente al suelo, seguramente pensando en qué en el camino del auto al apartamento seguramente ya habría gastado las suelas.

Abrí la puerta del apartamento y entré haciéndole una señal a mi acompañante para que entrara también, en ese momento tenía muy poca pero la suficiente amabilidad para tratarlo. Ni siquiera sabía porque me sentía tan desinflado o exhausto, quizá solo debía pasar menos tiempo con el viejo.

— Lindo apartamento... —me elogió.

Claro que en ese momento pude haber gritado como la colegiala enamorada que parecía cuando hablaba de él o sino al menos el perfecto Casanova que aparentaba, pero no me salió ninguna. Parecía que en aquel momento era simplemente Hyungwon, uno que quería muchos besos de un hombre musculoso por cierto.

— Gracias... —respondí con una leve sonrisa— puedes tomar asiento donde quieras y si gustas algo puedes buscar en la cocina —le indiqué el lugar con la mano—, yo voy a ducharme y...

Mierda.
¿Por qué se acercaba tan repentinamente?

— ¿Qué tal si nos quedamos aquí y preparo algo para ti? —cuestionó tomando mis manos entre las suyas.

Por algo se refería a... No ¿verdad? Seguramente hablaba de comida.

— Si tu quieres... —respondí formando una sonrisa sincera a causa de mis pensamientos.

No es que todo el tiempo lo codiciara pero si. Un poco. Sobre todo cuando me miraba de esa manera, sonriendo y sosteniendo mis manos entre sus cálidas manos suaves.

— Es perfecto. —susurró finalmente mientras se dirigía a la cocina, arrastrándome con él.

Rápidamente miré a mi alrededor haciendo de esas típicas inspecciones rápidas al lugar, verificando que todo estuviera en orden, que no hubiera nada sospechoso respecto a mi anterior relación y de paso pensaba en qué lugar sería mejor en caso de... Bueno, no era mi culpa querer un acercamiento. Él era una jodida pieza de arte que llevaba saliendo conmigo varias veces y nunca había cruzado ni una línea conmigo, ni siquiera las que podrían borrarse con poco. Sentía que era injusto. Yo solo quería una probadita.

Cuando estuvimos ahí me invitó a tomar asiento en la barra del desayunador y simplemente me soltó. ¡Ni siquiera me besó! A esas alturas hasta un besito inocente me urgía.

— ¿Besito, no? —susurré con un poco de molestia cuando él se dedicaba a buscar cosas en la alacena. Pero para mi afortunada o desafortunada bocota, él me escuchó.

— ¿Uh? —frunció el ceño y me volteó a ver de aquella manera. Me sentí hecho un manojo de nervios y a esas alturas sentí que empecé a sudar como nunca antes— ¿dijiste algo?

Gracias al cielo por fin pude respirar. Escuchó pero no entendió lo que dije así que me había salvado de explicaciones por esa ocasión.

Si era sincero debía admitir que no tenía clara las intenciones de Hoseok respecto a mí. Él era un tipo increíblemente guapo, pero también increíblemente raro. Sabía que quizá sus intenciones conmigo no eran "para un rato" porque ese rato habría pasado hace mucho, pero tampoco creía que él en verdad quisiera algo sentimental conmigo, pues a pesar de que el tiempo pasara, nunca había ocurrido algo fuera de lo normal.

Me sentía friendzoneado y no es bonito.

Tan solo de pensarlo solté un suspiro que lo escuchó hasta mi abuela en el cielo, pero cuando quise reprimirlo ya era tarde, su mirada ya estaba sobre mí, mientras él hacía sabrá Dios qué cosa en la estufa.

— ¿Por qué estás así? —me preguntó y yo solo quería responderle "porque me has friendzoneado" pero no pude— ¿ha pasado algo malo?

En realidad no, solo era mi mente martirizandome. Si el chico estaba en mi casa quizá debía...

— Prefiero que me hables de ti... —respondí tomando su mano sobre la encimera, aprovechando las cortas distancias.

No había problema, si me rechabaza solo lo echaría de mi casa y me quedaría a llorar viendo el titanic hasta que me durmiera.

— Tenía la intención de hacerlo... —susurró sonriendo tomando mi mano también— solo que al verte así pensé que no era el momento.

Que lindo que era el hdp por Dios. Me tenía en su mano, babeando por él cuando juré que sería al contrario.

— Sólo hazlo, así me sentiré mejor. —y no mentía. Solo con verlo ahí preocupándose por mi ya me andaba derritiendo el corazón.

Lo vi rodear la barra para finalmente sentarse en la silla de al lado, entonces me giré para quedar frente a frente con él.

— Debo empezar diciendo que no soy un tipo para nada interesante y que la mayoría de cosas importantes sobre mí, ya las sabes... —susurró dejando caricias sobre mis manos— sé que ya han pasado varios meses desde nuestro primer encuentro y he disfrutado de todos y cada uno de ellos... Así que te considero alguien más que "un simple chico con el que salgo a beber un par de copas" —soltó una risita al mencionarlo y yo sentía que me iba a morir ahí mismo. ¿Acaso era una declaración?— prefiero que mi gente me llame Wonho en vez de Hoseok, no es muy importante pero, no se... Creo que es mejor...

Asentí rápidamente. Es decir, podría acostumbrarme a llamarlo así en todo momento, incluso en... Bueno, tenía que dejar de pensar en eso de una buena vez.

— Wonho... —le llamé como si quisiera tatuarme ese nombre en la mente.

Él sonrió seguramente viendo la desesperación en mi cara.

— Respecto a otras cosas... Soy un buen cocinero... —alardeó— me gusta salir contigo a cualquier lugar y me muero por pasar mi fin de semana a tu lado. Por eso quería hablar contigo de forma más privada hoy. —asentí como un bobo con una cara de estúpido que no me la quitaba nadie— quiero decirte que... Realmente eres muy agradable y me gustas en serio... No te lo diría si no estuviera 100% seguro de lo mucho que alegras mis días, por eso no me gusta verte decaído... —susurró acunando mi cara— y no sé qué tanto vaya a servir esto, pero...

Jesus, María, José y todos los santos. Que rico besaba ese hombre.

Desde el momento en que sus labios rozaron con los míos sentí que me estremecí. Ni siquiera me pidió permiso, y no es que lo necesitara, pero me tomó desprevenido. Lo odié y lo amé en el mismo instante, sin embargo me dejé envolver por sus brazos, sintiendolos claramente en mi cintura, mientras sus labios emitían un tipo de calidez que me estaba embriagando.

Ese chico, Hoseok, Wonho, como sea que se llamara estaba haciendo estragos dentro de mí y no lo sabía. Mis ánimos que anteriormente andaban por el suelo, se fueron a dar un paseo al cielo sin horario de regreso y no quería que aquel momento acabara... Pero, ¿se vería muy desesperado que la fecha del primer beso también fuera la fecha de la primera...? Ya saben.

Después de haber luchado intensamente contra mi calentura en los últimos minutos, él simplemente llegaba, me estrechaba entre sus brazos y me hacía sentir pequeño y sumiso. Es que era realmente injusto, aunque bueno, yo no estaba colaborando mucho realmente.

¿Cordura? ¿Que es eso?

¿Cordura? ¿Que es eso?

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Karma Se Escribe Con Mayúscula Where stories live. Discover now