DESCONTINUADA
(Alerta cringe)
En donde Naomi Puckerman se ve obligada a unirse al club Glee para evitar ser suspendida, solo para lidiar con los giros y vueltas que trae su vida mientras que aprende que está bien bajar la guardia.
Glee (Temporadas 1...
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♫♫♫
Era una nueva semana para el club Glee. El Sr. Shue nos había dicho que invitó a nuestra competencia a un amistoso. Así que nos dijo a todos que nos reuniéramos con él en el auditorio.
Estaba sentada en medio de Brittany y Mike mientras veíamos al Sr. Shue subir al escenario.
—Está bien, muchachos, antes que nada quiero darles la bienvenida a la Sra. Hitchens y al club Glee de Jane Addams. Todos estamos muy felices de tenerlos aquí. Entonces, um, vamos a dejar que ustedes comiencen. Veamos qué tienen— les dice el Sr. Shue.
—Golpéalo—, instruye la Sra. Hitchens.
[Bootylicious- Academia Jane Addams]
Todos aplaudimos por ellos una vez que terminó su actuación. Luego salimos del auditorio y continuamos con nuestro día.
Estaba en mi casillero cuando Brittany se me acercó.
—Oye, Britt, ¿Qué pasa?— le pregunto
—¿Quieres venir esta noche y compartir más dulces besos de dama?— Ella pregunta.
—Uh... claro— respondo.
—Vale, genial, te veré esta noche—me dice.
—Nos vemos— le digo y ella se aleja.
Continué con el día escolar como de costumbre. Esa noche estuve de nuevo en casa de Brittany. Las dos estábamos acostadas en su cama hablando.
—Y así es como Lord Tubbington terminó convirtiéndose en un capo de la droga—me informa.
—Realmente necesitas limitar su acceso a Internet—le digo.
—Lo intento, pero él siempre encuentra la manera de evitarlo, es más inteligente que yo— dice ella.
—Eres una genio Britt, estoy segura de que descubrirás cómo detenerlo— agrego.
—A Lord Tubbington le gusta tenerte cerca y a mí también me gusta tenerte aquí— menciona.
—A mí también me gusta estar aquí contigo—comento.
—Sé que no tienes mucha experiencia con las chicas, pero eres bastante buena dando dulces besos a damas—me dice.
—Gracias Britt, en realidad me has ayudado a descubrir muchas cosas sobre mí misma—le digo.
—Sí, ¿cómo qué?— Ella pregunta.
—Me gustan los dulces besos de dama tanto como me gustan los besos de chicos, —respondí.
—Yo también—ella está de acuerdo.
—Además, me gusta mucho el sabor de tus labiales— agrego y ella se ríe.
Ella se inclina y me da un beso. Cuando comenzamos a besarnos, la acuesto y muevo mis manos a sus costados. Mueve las suyas hacia mi cara y nos hacemos más íntimas.
