Zack.
—¿Vas a quedarte aquí todo el día? —Preguntó Tiago, mientras quitaba las orillas de las rebanadas de pan blanco de su sándwich.
Negué con la cabeza después se sorber un poco de café y sostener la taza entre mis manos. La temperatura tibia que había obtenido la cerámica, me daba una sensación agradable.
—¿Vas a salir con papá? —Dejó las orillas por un lado del plato y me miró por unos fugaces segundos. —Tengo entendido que tiene planes para ti.
Sostuvo entre sus manos lo que quedaba del plan blanco que formaba parte del sándwich que se había preparado el solo, porque no había querido el desayuno que había decidido darnos mamá esta mañana.
—No pienso ir con él —respondí negando nuevamente. Las imágenes de mi padre en la reunión haciéndome sentir incómodo llegaban a mi cabeza como pequeños flashback, que me hacían sentir molesto de nuevo. —Lo último que quiero es pensar sobre cosas de la campaña. —Volví a sorber el café y el líquido fue bien recibido en mi garganta y estómago.
Por unos minutos ninguno dijo nada, Tiago se concentró en comer su sándwich perfectamente blanco, sin ningún rastros de orillas cafés. Mientras que yo seguía bebiendo el café que de un momento a otro comenzó a ser amargo junto con mis dudas, aun cuando las cucharadas de azúcar que le había puesto parecían ser suficientes para endulzar incluso hasta esta mañana nerviosa y llena de incertidumbre.
—¿Crees que Hannah vaya a la escuela? —Me atreví a preguntar después de replantear la pregunta una y otra vez en mi cabeza asegurándome de no cometer un error.
Tiago no respondió nada, pero si me miró extrañado por la pregunta sobre su pequeña amiga; enseguida entendí que al decirlo había sonado demasiado mal.
—Puedo llevarte a la escuela —propuse tratando de amortiguar lo que dije antes.
Él siguió sin responder.
—Si no quieres que yo te lleve, está bien —, me encogí de hombros, y listo para levantarme, me reacomodé en la silla.
—Espera... —Me detuvo, intuyendo que estaba a punto de irme. —Que preguntes por Hannah, es raro.
—No quise que sonara de ese modo. Yo solo quería saber si...
—Si quien te interesa es su hermano, puedes decírmelo directo sin involucrar a Hannah. —Sonó algo molesto.
Fue inevitable poder controlar mis mejillas sonrojarse, mientras mi cabeza trabaja lo más rápido posible para encontrar una excusa que sirviera para cambiar la conversación incomoda que yo mismo había creado.
—Aún está en pie mi oferta de llevarte a la escuela —lo miré nervioso, tratando de fingir que no era solo una excusa para cambiar de tema.
Ni siquiera volteó a verme, con esa actitud relajada y el juego de su lado, bebió un trago de jugo de naranja, limpió los rastros que le quedaron en la comisura de la boca, con el dorso de su mano y volvió a mirarme con una gran sonrisa.
—Hay servilletas. —Dije, mirándolo asqueado y reprendiéndolo por su forma de ser que era todo, menos limpia.
Contratacó volviendo a limpiarse la boca de la misma forma, utilizando el dorso de su mano para quitar cualquier rastro de suciedad; ser limpio no era lo suyo y decir que era solo una etapa adolescente, comenzaba a ser dudoso.
Evité mirarlo, dirigiendo mi vista a alguna parte del comedor o del mismo café amargo que no podía acabarme.
—Deberías considerar tus gustos... —Dijo con la boca llena de comida.
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𝟟𝟘 𝕪𝕖𝕒𝕣𝕤 𝕠𝕗 𝕝𝕠𝕧𝕖 (En Pausa)
Подростковая литература"Hoy tuve una oportunidad más para extrañarte, para seguir amándote, para escuchar nuestras canciones, para revivir todo lo que fuimos. Y doliste, doliste como solo podrías hacerlo la última noche de febrero de un año bisiesto." Donde Zack y Nathan...
