Capítulo 37. Retado

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Blue

Cierro la puerta de nuestra habitación, pero Dagger la abre de golpe.

—¿No vas a hablarme? —me pregunta enfadado.

Y no, no le hablo.

Primero porque vino oliendo a ese otro alfa, su boca, malditamente, su boca.

Entiendo que como líder de la manada, marque, doblegue, es su papel, pero no que bese a otros. A ese.

Los celos me comen y me hacen daño.

Soy su omega, llevo a su hijo dentro, me ha humillado.

—Blue, por favor —me suplica, porque el muy maldito me ha dicho que esa historia ya se terminó, que nunca más ha estado con él desde que yo llegué.

Y yo tengo que creerle, pero no puedo, nunca, jamás en mi vida he sentido celos, y no son bonitos, no son nada bonitos.

Cuando le pregunté si le quería, me dijo que sí. Y tuve que sentarme, solo quería llorar, llorar y no verle. Pero no me dejó, me abrazó diciendo que era otro tipo de amor, que nunca había querido como me quería a mí.

Pero lo aparté y por primera vez tuve que luchar con él para que me soltara.

No es que no supiera la fuerza que tiene un alfa, pero ninguno la había usado contra mí nunca.

Si me soltó fue porque él quiso, no porque yo consiguiera soltarme.

Ese era uno de mis motivos para enfadarme con Dagger, el otro era Oven.

Le había contado lo que había visto cuando visité su zona, la negligencia con la que la manada los trataba, y él me prometió que haría cambios.

Pero lo primero que quería hacer al enterarse de que uno de ellos estaba con su Primero, fue enjuiciarlo, desterrarlo o dar un castigo ejemplar con él, con Oven.

Esa noche, Dagger durmió en el salón, aunque estuvimos jugando al gato y al ratón toda la noche, cada vez que mi alfa quería estar con conmigo yo tenía que cambiar de habitación.

¿Es que no entendía que estaba decepcionado con él y que no quería verle?

Finalmente, Dagger transigió y me dejó tranquilo en la habitación que compartíamos, por el bien de su hijo había dicho.

Le lancé una almohada que le dio de pleno en la cara dejándonos a ambos sorprendidos.

Cuando vi a Oven junto a Hammer en el comedor, me alegré, así era como actuaba un alfa valiente, y no el animal obsoleto y retrógrado que tenía yo como alfa.

—Si les haces algo a ellos, me iré, volveré a Sweet Watter con mi padre —le he amenazado.

—Tú no vas a abandonarme —me dijo Dagger enseñándome los dientes. Para acto seguido mirarme desolado.

—Se quieren, ¿a quién demonio le están haciendo daño? —dije a puro grito.

—Las cosas no son así, no son así, Blue.

Y esa era toda su respuesta, no había manera de sacarlo de ahí.

Ver como Hammer era retado por varios alfas al día era demoledor, porque Dagger con una sola orden hubiera podido parar aquello.

Axe, "ese" alfa, era el único que no se separaba de Hammer.

—Páralo —le digo entrando a nuestra cabaña harto del espectáculo afuera.

—No puedo, estas son nuestras reglas —me dice, y por primera vez lo veo abatido de verdad. Él quiere esto tanto como yo, nada.

—No es justo.

—Hammer tiene que demostrar que sigue siendo válido.

—Pero si no dejan de retarle no será justo, él fallará en alguna ocasión. Solo debería luchar una vez y que le dejaran en paz.

—Son...

No le dejo acabar.

—Son las malditas normas de esta maldita manada —continúo cansado.


Pero de repente escuchamos un revuelo en el exterior, me temo lo peor, que finalmente Hammer haya sido derrotado.

Sin embargo, no era eso lo que ha ocurrido.

Saw tiene al alfa que ha retado a Hammer cogido por el cuello, asfixiándole por detrás y enseñándole los dientes a todos.

Dagger sale corriendo de la cabaña.

La alfa, la Tercera, ha vuelto de la frontera.




Saw

Ni me lo he pensado, si lo hubiera hecho me habría dado cuenta de que esto es un combate de honor, y que mi intervención no es necesaria.

Pero solo he visto a Hammer luchando contra un alfa, y me he lanzado, es mi Primero, le protegería con mi vida.

Pero Dagger me hace soltarle, y no puedo entender qué está pasando.

La vuelta ha sido muy cansada pero estaba deseando volver, la horda se ha ido, o tiene suficientes problemas en la tierra de los lagos para ser una amenaza para nosotros.

Aún así he dejado un destacamento mayor al que teníamos en la frontera.

Entonces veo a Axe, parece aún más preocupado de lo que lo vi cuando se marchó. No esperaba que volver a verlo me afectara así.

—Esto no ha quedado así, Hammer —dice el alfa al que he reducido.

Hammer asiente, tiene un corte en el brazo que no es de ahora. Y entonces una pequeña criatura sale corriendo hasta él, ¿otro omega? ¿Es que ahora salen de debajo de las piedras?

Pero no, esa criatura no es un omega, lo huelo, es un gamma.

Un gamma que comprueba que Hammer está bien, y este le abraza con más cariño del que he visto prodigar al Primero a otra personas en mi vida.

Y aunque me cuesta entenderlo al principio, lo hago, lo hago y me quedó en shock.

¿Un gamma? ¿Hammer está con un gamma?

—Ven a mi cabaña, y ponme al día de lo que ha pasado con la horda delta —gruñe Dagger que se ve tan irritado como hacía tiempo no le veía.

Miro a Axe y solo asiente, sí, tiene mucho que contarme.

Cuando veo que Hammer no nos sigue, sé que Dagger no lo quiere a su lado, y que el destierro de mi amigo tiene los días contados.

Axe queriendo abandonarnos para irse a la frontera ya es malo, pero perder también a Hammer puede ser un desastre. Un completo desastre.



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Necesitaba ya de vuelta a Saw, yo de ser algo quiero ser una alfa como esta.


Aunque Blue teniendo celos por primera vez en su vida, también es para verlo.


Feliz domingo.


Nos leemos.


Sara

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