Capítulo 43. El amor apesta

2.4K 310 71
                                    



Oven

Entiendo lo que Blue está haciendo, les está obligando, a todos, a aceptarnos. Está arrastrando a Dagger, lo noto a nuestras espaldas.

Pero todo se rompe cuando una vez ellos se van, cuando Hammer me besa y recibe una nueva provocación que tiene que aceptar.


Hammer me pide que me vaya a nuestra casa, pero necesito estar con él, siento que si dejo de hacerlo caerá, pero ambos sabemos que caerá.

Aún así me voy, porque eso parece solo poner las cosas peor. Yo los mataría, a cada uno de ellos, les rajaría la garganta. Pero Hammer nunca los mata, los deja sin sentido y él vuelve conmigo.

No debería hacerlo, pero dice que no matará a ninguno de los suyos hasta que no sea de vida o muerte.

Mi alfa es tonto del culo, y lo van a matar.

Por la mañana me escabullo, necesito encontrar a Honey.

Entiendo lo que quiere hacer Blue, y lo aprecio, de verdad lo aprecio. Este omega tiene los huevos más grandes que los de cualquier maldito alfa.

Pero siento, que para nosotros, para Hammer y para mí va a ser tarde.

Malditamente, quiero a este alfa, le quiero, le quiero, joder. Y todos los días siento que mi garganta revienta por decírselo.

Me iré durante la celebración, me iré y lo liberaré de esto. Lo prefiero con el corazón roto que muerto, y mira, para alguien como yo que solo mira por su culo, en teoría, es lo puto más loco que voy a hacer por amor.

Porque si este alfa se muere, yo voy detrás. Eso sí, llevándome todo lo que pueda por delante.

Veo a Honey y le llamo antes de que se meta en la cabaña del líder y no tenga sentido que yo entre a por él.

—¡Honey! —Él se encoge cuando yo le llamo, menudo omega extraño, parece un gamma de los que colapsan si les hablas.

¿Con esta criatura voy a dejar a mi alfa?

En fin, te odio mundo injusto.

—Necesito hablar contigo. —Es demasiado temprano, para él también, y me doy cuenta de que qué demonios está haciendo un omega a esas horas solo por ahí. Pero el punto que necesito aclarar, para mí es más importante.

—Quería pedirte una cosa —le digo sin andarme mucho por las ramas.

Él me mira como si le fuera a pedir que me diera sus riñones, quizás no es tan tonto después de todo.

—¿A mí? —me pregunta.

Es bonito, es demasiado bonito. Me cuesta mirarle, y más imaginarlo con Hammer, pero al menos, estará vivo.

"Céntrate, gilipollas" me digo a mí mismo.


—Necesito que te unas con Hammer —digo de sopetón, total, para qué andarme dando vueltas.

—¿Cómo? —Él es todo candor y estupor.

Esta imagen me va a perseguir toda la vida, esta en la que renuncio a la única persona de la que he estado enamorado.

—Conmigo lo van a matar, y contigo va a tenerlo todo, ¿lo entiendes?

Él no dice nada, solo me mira, al menos hasta que baja sus ojos hasta sus manos.

—Él no va a querer.

—Por eso tú vas a poner todo ese encanto tuyo cuando yo me vaya, y lo vas a querer y cuidar. Y...

GammaWhere stories live. Discover now