Gamma

Capítulo 44. Preparativos

Honey

Por primera vez pienso en contarlo todo, a un lado tengo a Saw y al otro a Axe, delante a Blue y a Dagger, pero la mirada de mis hermanos es letal, siempre y cuando nadie los mire. Entonces ellos hacen un perfecto papel de gammas indefensos.

Solo tengo que hablar, esta manada es grande, muy grande y poderosa, puede destruir a la mía.

Pueden acabar con todos, puedo huir de ellos para siempre.

Puedo hacer algo, pero soy incapaz, soy incapaz cuando Blue habla de una gamma embarazada en nuestra manada, cuando me quedo en un segundo plano.

Cuando no noto a Axe y a Saw a mi lado y poco a poco mis hermanos se acercan a mí.

Noto la soga que siempre he llevado a mi cuello ser tirada de nuevo hacia mis dueños. Y sé que no puedo huir, nunca he podido.

Lo que Oven me ha pedido es imposible, Hammer nunca me aceptaría, ni aunque Oven desapareciera y de cualquier modo será demasiado tarde.

Será demasiado tarde para todos.

Los dedos de mi hermana toman los míos y los aprietan, tan fuerte que tengo ganas de gritar.

—Bien hecho, hermanito. —Su voz es un cuchillo, y la presión de mi hermano me asfixia.

Miro a Axe, aún me siento extraño por lo que pasó la noche pasada, por verlos, por lo que sentí.

Pero Axe no me mira, noto la cercanía a Saw, los gruñidos de antes sé que son por ella, ella es la persona que ocupa su corazón como me dijo.

Y me siento tan fuera de lugar como siempre, esta nunca será mi manada.

Cuando parece que han llegado a alguna conclusión, cuando se están girando hacia nosotros Willow susurra:

—Ya sabes lo que tienes que hacer esta noche. —Sé cómo es capaz de hablar sin tan siquiera mover los labios.

Ya no están tan cerca de mí, ya no me tocan.

Pero la amenaza es fuerte, siempre lo ha sido.

Esta noche les abriré las puertas a los nuestros y esta manada desaparecerá.

Soy incapaz de mirarle a los ojos, y cuando escucho que Axe me llama, salgo corriendo, no puedo mirarle a los ojos, no cuando voy a ser el culpable del fin de esta manada.

Rake

Le huelo en nuestro barracón, maldito gamma, este no es su lugar, pero como la puta de su amigo ahora se acuesta con alfas cree que puede venir y joder en nuestra zona.

Los he visto juntos, Slate ni siquiera tiene el reparo de llevárselo lejos, los he visto de la mano. Ese beta ha perdido la cabeza, pero parece que en esta maldita manada todo el mundo está perdiendo el norte.

He intentado encontrarlo, pero Slate lo está protegiendo demasiado bien.

Lo encontraré, lo encontraré y le mostraré cual es su lugar.

Y esta noche es un momento estupendo, Slate no va a poder tener los ojos toda la noche sobre Mop.

Chip

—¿Estás loco? —le pregunto a Slate, pero ya es imposible no oler a Mop en él.