Perú, el país más hermoso (Argentina x Perú)

Poema De Amor I, Capitulo 4

capitulo tres.

"Querido mío:

Ha pasado un tiempo desde la última carta que te he enviado, y aunque pase el tiempo, sigo extrañándote a montones y no veo la hora del gran gozo que experimentare cuando pueda volver a verte cariño; mi partida ha sido repentina y comprendo que por ello estés molesto, pero no te preocupes cariño, conseguí un trabajo favorable que me ayudara a pagar los boletos de tren para viajar a Nueva York y así podre verte, falta poco para ello.

Espero que estés comiendo bien, y que te encuentres bien, no olvides que te amo.

Firma: Perú"

Escribió Perú en una blanca hoja destinada a ser parte de correo; a Perú le deprimía escribir cartas, no era algo que hacia habitualmente pero ya que argentina se ausentaría el día completo Perú aprovecho la oportunidad. El destinatario de la carta era alguien muy importante para Perú, necesitaba escribir con las palabras correctas, por ello a Perú le deprimía escribirlas ya que tenía que tener un dialogo interno y abrir viejas heridas.

Como antes mencionado argentina no estaría en la casona ya que se había ido a comprar productos de arte, como pinceles nuevos, lienzos, pinturas, atriles etc. Desde que Perú posó por primera vez, argentina había quedado encantado con la belleza y elegancia de su cuerpo y la inspiración que antes era escasa ahora parecía ser infinita, solo habían pasado tres días desde que argentina había retomo la pintura y parecía que había recobrado la vida, sus ganas de vivir habían vuelto y también sus ganas de pintar; por otro lado Perú desde que trabajo para el pintor, se había sentido seguro, argentina tenía algo peculiar que las demás personas no tenían, su mirada era realmente única, la forma de mirar a Perú era hermosa.

Perú luego de terminar la carta la doblo cuidadosamente y la puso debajo de su almohada, luego encontraría el tiempo y la ocasión para ir al correo.

El joven al terminar lo que mucho tiempo había deseado, se reclino en la su silla y se empezó a mecer, la casa estaba muy vacía sin el señor argentina y extrañamente Perú extrañaba su presencia; el señor argentina era el tipo de persona que se reviste con un aura de misterio y enigma que hace que desees descubrir cada punta de su ser, era una persona muy interesante. Pero a pesar de charlar Perú no pudo sacarle nada de información, Perú era la típica persona chismosa que le encanta saber todo de todos, aunque con buenas intenciones; argentina era un soltero (a pesar de su belleza, lo cual era raro), adinerado (lo raro de esto era que si bien era un artista famoso, aquello no justificaba sus riquezas a montones) era una persona alejada de la sociedad (¿acaso oculta algo y por ello se esconde de la sociedad?), muchas preguntas y pocas respuestas.

Cuando Perú miro su reloj eran las 10:05 de la mañana.

― No puede ser, solo han pasado 5 minutos desde la última vez que mire el reloj, me estoy muriendo de aburrimiento, necesito hacer algo― pensó el voz alta el joven Perú.

Perú salió de su habitación y se dirigió hacia el gran pasillo, a recorrer la gran casa, a ver si encontraba algo con que entretenerse.

Aquella casa tenía varias habitaciones ¿el señor argentina habrá vivido aquí con su familia?, Perú como buena chusma y entrometida entro en cada una de las habitaciones de la casa, la mayoría eran recamaras para los invitados y algunas bibliotecas, con libros un poco inusuales, libros que argentina nunca leería; entro todas las habitaciones había una que resaltaba entre todas, era oscura y siniestra, la cama y algunos muebles estaban cubiertos de una blanca tela, aquella habitación podría haber sido de algún pariente de argentina que falleció, ya que se tenía la costumbre de que cuando un pariente fallecía se recubría de una tela blanca sus muebles. Cuando Perú se iba a retirar ya que aquella alcoba tenía algo que era claustrofóbica, Perú vio unas fotos con hermosos marcos colgados en la pared, y al verlos sea sombro de quien estaba fotografiado, era un niño argentina, con la misma aura de misterio, junto a él se encontraba un perro grande blanco con ojos negros, ¿habrá sido el perro de su infancia?, en esa foto se lo veía feliz, en la siguiente foto argentina se encontraba en la entrada de la casa, eso quería decir que argentina vivió en esta casa desde su infancia, la siguiente foto era... distinta, se encontraba argentina sentado en una silla, y al lado suyo se encontraba parado un señor con cara y apariencia tenebrosa, ¿aquel será el padre?...

Luego de un rato salió de la habitación ya que era claustrofóbico, y siguió en su recorrido, cuando recorrió toda la casa solo le faltó el taller de arte, aunque ya lo había visto muchas veces, no le impedía recorrerlo otra vez; había muchas pinturas de él, algunas sin terminar y otras directamente no tenían pintura en su lienzo, el lugar estaba decorado con hermosas plantas y un gran candelabro en el techo. Sin darse cuenta Perú se encontró al frente de una pintura tapada por una tela blanca.

― Creo que esta es la pintura donde estoy posando― pensó en voz alta el joven Perú.

Pero antes de poder quitarle la tela que recubría la pintura para echarle un vistazo, se detuvo ya que vio algo que le llamo la atención, era un cuaderno de tapa de un hermoso verde, era donde argentina escribía sus poemas. Perú se dirigió hacia la pequeña mesa donde se encontraba el cuaderno, y dudo un poco en si ver lo que tenía escrito pero le causaba mucha curiosidad de saber que escribía tanto el joven pintor, así que simplemente abrió el cuaderno y leyó una página al azar.

"Quiero que tomes mi muñeca y la toques con delicadeza; quiero tenerte en mis brazos y sentir tu suave presencia, oler el aroma de tu cabello y sentir tus manos sobre mi pecho"

Al leer este pequeño párrafo Perú se asombró de lo escrito, nuevamente abrió una página al azar y leyó lo que tenía escrito.

"Dime amado mío ¿es codicioso querer que aquellos labios me pertenezcan? No puedo evitar desearlos, como dulce miel o exquisita canela, tus labios rojo pálido son como aquello que abarca la delicadeza y la belleza. Dime amado mío ¿Cuánto tiempo tengo que esperar para que tú me ames? Es desesperante la agonía en que vivo día a día, ya se ha convertido en mi compañera, en la incondicional, ella se presenta cada vez que veo aquellos labios porque aunque sea inapropiado quisiera besarlos con ternura."

Perú estaba asombrado que argentina escribiera tales palabras y textos románticos, ¿Para quién estaban dedicados? Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de argentina.