Perú, el país más hermoso (Argentina x Perú)

Nostalgia, Capitulo 9

Luego de caminar mucho tiempo, empezó a reconocer donde estaba, los recuerdos salían a flote y sin darse cuenta se encontró al frente de su ex casa, donde vivió mucho tiempo.

Se escondió detrás de un árbol cuando escucho las campanas de la iglesia.

― ¿las campanas de la iglesia? Si suenan seguro que es el medio día eso significa que miranda vendrá a limpiar la casa― Miranda era la señora que limpiaba la casa y seguro si hablaba con ella lo dejaría entrar a la casa. Perú vio un auto estacionarse al frente de la casa, era Miranda.

― ¡Miranda!

― ¡¿señor Perú?! ¿Qué hace usted aquí?

― Miranda te necesito, necesito entrara a la casa.

― ¡Señorito no tiene que estar aquí, el señor Estados Unidos lo anda buscando como loco!― dijo miranda.

― ¡¿mi esposo me anda buscando?!.

― Sí señor, por todos lados, hace varios días la casa está desocupada, nadie vive en la casa, se están mudando.

― ¿Se mudan? ¿A dónde?.

― A un barrio más adinerado, a su marido lo asumieron y ahora es más poderoso que nunca, ¡por eso vallase varios de sus hombres lo andan buscando!

― Necesito entrar a la casa, por favor déjeme entrar a la casa.

― Pero si descubren que lo deje entrar podrían hacerme algo a mí.

― Por favor, usted me entiende― Perú le rogo que lo deja entrar a la casa.

― Perdón pero no puedo...

― Entiendo... en ese caso por favor dele esta carta a Dylan...

― Si señor, are todo lo posible para dársela.

Luego de esto Perú se macho pero en el camino paso por una iglesia y por alguna razón entro.

A Perú nunca le gustaron las iglesias siempre le trasmitieron una sensación de soledad muy grande. Igualmente la última vez que entro a una fue cuando se casó, aquel día parecía de cuento de hadas, Perú recordó su hermoso vestido blanco con hermosas flores blancas, recordó las campanas cantar, y a él, a estados unidos cuando se convirtió en su marido.

"prometo cuidarte en la salud y enfermedad y prometo amarte hasta que la muerte nos separe" aquellos votos matrimoniales daban vuelta por su cabeza.

― ¿Cómo pude confiar en ti, como me pudiste hacer esto?, yo jamás te hubiera hecho lo que tú me hiciste― las lágrimas empezaron a recorrer su rostro, y sin darse cuenta se quedó dormido en una banca de la iglesia solo, el sentimiento de soledad se incrementó en aquel templo religioso.

Cuando despertó ya era de noche.

― ¡me quede dormido! ― Perú salió corriendo al encuentro de argentina que lo espera preocupado en la estación de tren.

― ¡Argentina!― Grito Perú cuando lo vio parado en la estación de tren― lo siento, no quería hacerte esperar, yo solo...― por un momento Perú le iba a contar toda su vida, Perú empezó a llorar de nuevo― perdón... es que-― y sin poder hablar argentina lo abrazo.

― Estaba muy preocupado por ti― dijo argentina mientras lo abrazaba.

― Perdón... ¿no estas molesto?

― Pensé que te había pasado algo.

― Perdón... soy muy estúpido...

― No digas eso, eres perfecto.

― Pero hice que perdiéramos el tren y además te hice preocupar.

― No importa, me alegra que estés a salvo, en cuanto al tren no importa iremos a un hotel y nos quedaremos esta noche.

― Perdón... te causo muchas molestias.

― Deja de decir eso y ayúdame a cargar las maletas, vamos a pedir un taxi para que nos lleve a un hotel― argentina era tan amable con Perú, era eso lo que necesitaba Perú, necesitaba quien lo comprendiera y se pusiera en su lugar.