Epílogo

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Todo el amor que tengáis por Ashliv y esta novela, soltadlo en este capítulo. Esta será la última vez, así que hagamos que cuente ❤️

Epílogo

Georgia, Estados Unidos

Asher Bremen

(Cinco años después)

Cuando llamo a la puerta de la casa de mis padres dos días después de la boda de mi hermano, lo hago con un nudo en la garganta tan fuerte que me cuesta incluso respirar. Uno que me fuerza a dar un paso atrás y meter las manos en los bolsillos para acallar la incomodidad.

Mi madre abre la puerta y se queda ahí unos segundos. Esperaba la molestia que recibo, sobre todo después de que me fuera de la boda de mi hermano sin nada más que una corta despedida. No importa que me marchara entrada la noche, mi madre me siguió y me dio una decepcionada mirada cuando no paré a explicarme.

No podía, no era el momento.

Tampoco paré a explicarle por qué ayer no vine a casa a comer con ellos como habíamos quedado. Desde que me mudé a Francia de forma definitiva (desde que me fui a estudiar allí, más bien) apenas paso tiempo con mi familia y cancelar la visita uno de los pocos días que estoy aquí ha sido una bofetada para mi madre.

Incluso Jayden me llamó para hablar conmigo después de eso.

"Sé que con todo lo de la boda las emociones de maman han estado a flor de piel, pero ella me ha llamado llorando, Asher —me contó—. Está preocupada por ti. Piensa que vas a volver a alejarte y no sabe qué hacer. Está muy preocupada por ti."

Maman —saludo en bajo.

—¿Es Asher? —oigo a Lily de fondo.

Sus pasos se apresuran escaleras abajo y es ella quien abre la puerta del todo. Como si no nos hubiéramos visto en la boda de Jayden, sus ojos se llenan de emoción antes de acercarse. Me abraza con fuerza y con una amplia sonrisa sobre sus labios.

Algo en el gesto me recuerda que no importa cuánto crezca Lily, no importa que tenga dieciocho ni que ya esté mirando universidades. Ella es, y siempre será, mi hermanita pequeña. Eso nada va a cambiarlo.

Ni para ella ni para mí.

—Pensaba que ya no vendrías antes de volver a Francia —dice.

—¿Y no ver a mi hermana favorita antes de irme? Eso nunca.

—Lily, cariño —interrumpe nuestra madre—, ¿puedes dejarme hablar con tu hermano un momento? Luego os ponéis al día, pero ahora necesito un momento con él.

Lily no es tonta, ella sabe que nuestra madre tiende a ser menos severa conmigo o con Jayden cuando ella está presente y parece estar preguntándome en silencio si necesito esa ayuda ahora mismo. Niego para que entienda que no es necesario y, sin ponerlo en duda, besa mi mejilla.

—Recuérdame que te lleve a dar una vuelta en coche, tienes que ver cómo conduzco —se despide. Me da una sonrisa más antes de entrar en casa—. Más te vale seguir de una pieza.

Eso lo dice por nuestra madre.

En cuanto Lily entra en casa, mi madre cierra la puerta. Al contrario que Lily, mi madre es todo menos alegría. Ella se mueve por el porche como si estuviera preparándose para darme la larga y pesada charla de la que Jayden ya me advirtió por teléfono.

—Quería hablar contigo a solas porque estoy preocupada por ti —empieza.

Maman...

—No, no me interrumpas. —Se vuelve hacia mí con un dolor en sus ojos que no había visto en años. La culpa me oprime el pecho al verlo—. Quiero entenderte, Asher, de verdad que no hay nada que desee más que entenderte y darte lo que necesitas, pero no me dejas hacerlo. Estás distante, te escabulles todo el tiempo y ya no sé nada de ti. Entiendo que puedes estar pasando por un mal momento, pero no puedes hacer esto de nuevo. —Con un hilo de voz, añade—: No podemos perderte de nuevo.

La promesa de AsherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora