Capítulo 23.5 - Nights

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Bebés hermosos en multimedia

N/A: Es un apartado entre capítulos,

no tan largo como un capítulo completo,

pero quería que estuviera

23.5  | Nights

Olivia Audevard

Sábado, 27 de junio

Soy un desastre.

Eso es todo en lo que puedo pensar, con el pulso acelerado, mientras trazo los labios de Asher con mis dedos cuando debería estar vistiéndome y volviendo a mi habitación. Sé que mi bolso y mi abrigo siguen en el salón, sé que debo recogerlo y que tengo que estar en mi cuarto antes de que Ansel e Yvonne vuelvan si no quiero tener que dar explicaciones, pero, como antes, por mucho que lo sepa actúo en contra.

No me hago ningún favor y, al mismo tiempo, eso es justo lo que sí estoy haciendo. Todavía siento la presión sobre mi piel aunque hace tiempo que ya no está ahí. El eco de los recuerdos de esta noche presionan mi piel y acarician mis pensamientos de forma que rara vez consigo. Por eso, ahora, la realidad sigue al otro lado de la puerta, justo donde la he dejado antes de entrar, llamando a una puerta que no tengo ganas de abrir.

La realidad en la que vivo no me gusta, siempre tira de mí como la corriente que te arrastra hacia una zona del mar cada vez más profunda hasta que estás demasiado lejos para que alguien te encuentre. Hasta que, un día, te cansas de nadar y empiezas a ahogarte. Cuando me pasa, necesito mi vía de escape, necesito algo lo suficientemente intenso como para que ocupe mi mente por completo. El sexo es esa forma en la que todos mis sentidos giran en una misma dirección y todo se vuelve más fácil. Se siente como levantar la cabeza y ver una isla hacia la que nadar antes de que suba la marea y, poco a poco, me arrastre de vuelta.

Es mi forma de descansar la cabeza porque eso es algo que ni siquiera dormir me permite. El estrés de todos los días se amontona sin pausa como esa corriente que me aleja más y más de cualquier rastro de calidez hasta dejarme sin nada. Hasta robarme las fuerzas. Hasta robarme la vida.

Esta noche mi realidad se ha disipado durante un rato porque, todo lo que nos separa a Asher y a mí durante el día, esa forma en la que no terminamos de entendernos y que nos deja entre malos comentarios o incomodidad, ha desaparecido en la cama. Esa incompatibilidad durante el día es lo opuesto a la facilidad con la que nos hemos entendido durante la noche, lo que va a ser un problema para lo impulsiva que puedo llegar a ser cuando siento que me estoy ahogando en mi propia vida.

Le miro, relajada ante la cercanía y pudiendo notar esos detalles que, a diario, las capuchas, gafas de sol y su forma de apartar la mirada todo el tiempo me impiden apreciar. Encuentro unas facciones que se sienten suaves bajo mis dedos y que han perdido el rastro de hosquedad que le acompaña.

Deslizo el pulgar sobre la línea de su mandíbula, presionando mis labios contra el punto que acabo de tocar como he aprovechado para hacer tantas veces durante la noche.

Asher hace un poco de presión en el agarre que tiene en mi cintura y el calor invade mi cuerpo una vez más. Sus ojos, que tan claros parecen ahora pese a la oscuridad, me llaman de vuelta y yo cedo sin pensármelo dos veces. Su presencia tira de mí aunque todavía quede rastro del eco de su roce sobre mi cuerpo.

Dejo el aire ir, con mi corazón todavía agitado.

Soy un desastre porque me acomodo más cerca y beso sus labios aunque todo en lo que estoy pensando es en irme. Y Asher también es uno porque me acerca más a él para profundizar un beso que el cansancio ha suavizado.

Tengo que irme, pero el calor de su cuerpo, la suavidad del beso, y el recuerdo de su tacto todavía presionando mi cuerpo me dejan ahí, quedándome con él y alargando la noche hasta que apenas soy capaz de mantenerme despierta. Incluso entonces, me quedo hasta que él se duerme y es entonces cuando me visto.

Mi mirada cae en su habitación antes de irme, en esos detalles que he ignorado al entrar porque no había nada a lo que pudiera o quisiera prestarle atención. Siento la alfombra, gruesa y acolchada, bajo mis pies descalzos. Veo el cuidado con el que Asher ha colocado una playstation y algunos pares de zapatos en el rincón, apoyados sobre la alfombra y, en contraste, encuentro una bolsa de deporte tirada contra el armario.

Veo las velas en su mesilla, de distintos grosores y tamaños pero del mismo tono oscuro que advierte del cuidado con el que las ha seleccionado. Sin embargo, sus sábanas son ásperas, las mantas duras y los colores no encajan. Como su personalidad, su habitación mezcla atención con desinterés.

Cuidado con brusquedad.

Asher sigue dormido cuando recojo mis zapatos de la alfombra, tumbado boca abajo con un brazo bajo la almohada y las mantas hechas un desastre a su alrededor. Mi realidad sigue al otro lado de la puerta mientras me quedo mirando, con el pulgar sobre mis labios ante el recuerdo que todavía tan lúcido se siente sobre mi cuerpo.

Porque ha sido una de esas noches que me hacen no querer irme y mantenerla más cerca que solo en mi memoria. Quizás sea por haber sido una excepción y saber que solo puede ser cosa de una vez, o puede que haya sido por la intensidad del momento y la facilidad con la que nos hemos entendido, pero es una de esas noches que me tiene junto a su cama porque no soy capaz de irme.

Pero, al final, siempre llega la hora de abrir la puerta a la realidad.

El aire sale de mis pulmones junto a la agitación, caricias y besos de esta noche. Junto a la frustración y a la comodidad. Hago una bola con la cercanía que se había creado entre ambos y dejo que se haga añicos entre mis dedos.

Salgo de su habitación con cuidado de no hacer ruido.

Dejo los recuerdos a su lado y abro paso a mi realidad.

Borro cualquier cosa que recuerde que hemos estado en el salón al principio de la noche y hago lo mejor que sé hacer: Irme sin dejar rastro.

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Corto pero necesario -para entender cómo se siente Olivia con el tema-

Es un añadido al capítulo del jueves ♥

Solo diré que, ese final...

Pero sabemos que sería Olivia la que se fuera, mi duda es

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Pero sabemos que sería Olivia la que se fuera, mi duda es...

¿Asher realmente estaba dormido?

Je veux juste dire que je les aime beaucoup et que je les trouve très mignons

Pd-Os he dejado a ambos en multimedia.

Asher sí que me ha quedado 100% como le imagino, Olivia no tanto pero cerca. Quería compartirlo con vosotrs ♥

¿Son como les imaginabais?

Ahora sí, nos leemos el sábado!

— Lana🐾

La promesa de AsherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora