Capitulo 6

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—Buen dia, Max. ¿Cómo amaneció?— entro Santana en una habitación seguida por sus residentes.

—Cómo si tuviera un tumor cerebral— dijo riendo mientras tosía.

—Max...— negó con su cabeza sonriendo, y luego miró a sus residentes— ¿Quien empieza?— asintió cuando una de ellas levantó la mano.

—Max Padler, 60, padece dolor de cabeza, nauseas y vómitos...— estaba explicando.

—Bien, doctora Anderson— la interrumpió, y miró a otro residente, quien se veía distraído— Jones, seguí vos.

—Eh... si...— carraspeo— Siente frío, debilidad, y tiene pérdida de visión... perdón, visión borrosa.

—¿Qué más?— lo miró impaciente.

—Eh...— agarró los informes que estaban colgados de la cama.

—Continúe, Anderson— dijo suspirando.

—Dificultad al habla, convulsiones, y problemas de equilibrio.

—Max tiene un gliobastoma— comenzó Santana.

—Agresivo— dijo el paciente riendo.

—Y no es gracioso— respondió la latina— Ya intentamos con radioterapia, quimioterapia, y medicamentos...

—¿La radio no es recomendable luego de operar?

—Si, en teoría. Pero el señor no quería cirugía, y quiso probar todo tipo de tratamiento antes de llegar a ella. También fue tratado con un ensayo clínico de la doctora Shepherd, pero no funcionó— miró a su paciente— Max, se que no querías cirugía, pero...

—Lo sé, lo sé. Confío en vos, Santana.

—Gracias— asintió, y miró a sus residentes— Cómo acabo de decirle a él, vamos a operar para extraer el gliobastoma, o mejor dicho, su mayor parte, y luego, vamos a hacer un tratamiento con medicamentos, para reducir los restos. ¿Quien puede decirme cuales son los riesgos de la cirugía?

—Perdida de visión, infecciones, y sangrado— habló Anderson.

—Muy bien— miró a su paciente— ¿Alguna pregunta, Max?

—No, Sant...

—¿Cuáles son las probabilidades de que no salga del quirófano?— preguntó la esposa, quien hasta ahora había estado callada.

—No hablemos de eso ahora ¿si?— intervino Max, calmando a su mujer.

—Voy a hacer mi mayor esfuerzo porque salgas del quirófano, te lo prometo— el hombre asintió— Descansa, en unas horas nos volvemos a ver.

..........................

Silencio.

Lo único que se escuchaba en el quirófano eran los sonidos de las máquinas. No se escuchaban ni las respiraciones de los que estaban presentes.

O puede que Santana no las escuchase. Estaba prácticamente en shock.

La operación no salió como esperaba, y Max sufrió muerte cerebral.

A la latina le afectaban las muertes de sus pacientes, pero esta le afectó de más. El fue su paciente por muchos meses, y de alguna forma, se llegó a encariñar. La hacia acordar a su papá.

—Yo hablo con su mujer— habló su hermana, quien se había unido a ella para ayudarla.

—Gracias. Cierren— ordenó— llevenlo a la habitación, y... conectenlo. Hay que ver que quiere hacer la familia— agregó mientras salía del quirófano sacándose su máscara.

Salió hacia los pasillos del hospital con la mirada prácticamente perdida, y sin hacer caso a nadie. Caminó ignorando su alrededor, y se dirigió hacía el estacionamiento del hospital.

Necesitaba tomar un poco de aire, y estar sola.

Sin poder quedarse quieta, comenzó a caminar de un lado a otro con los ojos cerrados, hasta que alguien la alcanzó.

—San, San... ¿que pasó?— llegó la rubia preocupada hacia ella.

—Nada— la miró, y negó con su cabeza, pero sin dejar de caminar.

—San, estás caminando como loca, tenes los ojos llorosos, la mandíbula apretada... estás luchando contra algo— señaló— Puede que no nos veamos hace un tiempo, pero seguís teniendo los mismos gestos.

—No...

—Ey, tranquila— la sostuvo por los hombros, y la miró a los ojos— Respira, tranquila.

—No puedo...— negó con su cabeza, conteniendo las lágrimas.

—¿Que pasó?— preguntó dulcemente.

—Perdí un paciente— contestó— tiene... tiene muerte cerebral...

—Lo siento mucho, San. Pero se te permite estar mal, no trates de luchar...

—No entendes, Britt, no puedo ponerme así por un paciente, no puedo no...— seguía negando con su cabeza.

—Se lo profesional que sos, y no está mal tener emociones. Pero por tu reacción, me doy cuenta que es alguien especial ¿no?

—Fue mi paciente por meses... el era agradable, carismático, simpático, y ahora...— se le cortó la voz.

—Tranquila, San— respondió, acariciándole la mejilla— ¿Queres hablar de lo que pasó?

—El gliobastoma le produjo muerte cerebral— la voz le seguia temblando.

—¿Hay algo más que te pone así, cierto?

—Murió por el mismo tumor que lo hizo mi papá— contestó, derrumbándose en lágrimas, mientras la rubia la abrazaba.

—Cariño...

—Todos los pacientes con gliobastoma que traté en estos cuatro años sobrevivieron a la cirugía... es el primero que pierdo, pero... el... el falleció, y encima casi a la misma edad que mi papá, por el mismo maldito tumor...

—Cariño...

—Encima me hacía acordar a él. Tenían el mismo humor...— negó con su cabeza— Emily también estaba en la cirugía.

—¿Y ella como está?

—Nunca demostró sus emociones— contestó alejándose, mientras que se limpiaba las lágrimas y la rubia le seguía acariciando la mejilla— Siempre fue dura... es la típica hermana mayor que nunca llora adelante mio... No sé por qué es así.

—Cada persona es distinta con sus emociones, cariño. Algunas demuestran más que otras... algunas tienen miedo de demostrar porque creen que los deja ver como débiles...— respondió desviando su mirada por un segundo— Hay muchos tipos, San. Seguro Emily quiere protegerte.

—¿Protegerme de qué? ya estoy grande, Britt. Ya soy adulta.

—Siempre vas a ser su hermanita menor, no importa la circunstancia.

—¿Cómo está tu mamá?— preguntó cambiando de tema, dando algunos pasos para atrás.

—Está respondiendo bien al tratamiento. Si sigue así, en unos días ya se va a casa— contestó, respetando el cambio de tema.

—Me alegro. Y perdón que no estuve informada, o acompañándolos, pero...

—Entiendo. Estas ocupada, y... no... no tenes por qué hacerlo tampoco, no es tu obligación o...

—Estuve mal en no hacerlo, yo a ella la adoro, y aunque sea difícil para mi estar cerca de tu familia... no tengo excusa. Lo siento.

—No es tu responsabilidad, o algo por el estilo— contestó bajando la cabeza— Y tampoco tenes la obligación.

—Lo sé. Pero ella es alguien importante en mi vida... prometo estar más presente.

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hola hola bestieeees!!

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mentira- brittanaWhere stories live. Discover now