mentira- brittana

Capitulo 8

Pasaron algunos días desde que la noticia que las relaciona a las Brittana salió a la luz, y todavía Santana no había tenido la oportunidad de ver a la rubia para hablar porque nunca coincidían en el hospital, pero igualmente, habían hablado por teléfono.

La latina tomó la decisión de extender la estadía de su hija en la casa de su madre por unos días más, ya que ella estaba muy ocupada en el hospital, y no quería tener a la prensa tras su pequeña.

—Ella es mi hija, y nueva cirujana de cardio de este hospital— habló Miranda, señalando a una rubia que se robó toda la atención de la latina. La jefa había convocado una asamblea para dar la noticia— Después de años de que viviera en el exterior, la convencí de que venga a trabajar al hospital, así que no la espanten.

—¿Es linda, no?— murmuró en broma Quinn, mirando a Santana.

—Sip, lo es— contestó, mientras asentía.

—Y justamente tu tipo...

—Callate— rió.

—Me presento— rió acomodando el micrófono— Mi nombre es Danielle, y como Miranda les dijo, ella es mi madre, pero no se preocupen, no soy tan mandona— bromeó, haciendo reír a toda la sala— Y mi madre les mintió, no soy la nueva cirujana del hospital, ya que solo voy a estar en un caso... bueno, un caso y medio, ya que voy a colaborar con mi colega la doctora Berry en el caso de Susan Pierce...

En el momento que la rubia dijo esa frase, miró hacia Rachel, pero se interrumpió cuando vió a Santana, ya que se había quedado sorprendida, y por supuesto embobada mirándola.

—¿Se conocen?— preguntó su amiga— por cómo te mira.

—Vieja amiga...— contestó riendo y negando con su cabeza, pero la risa frenó cuando su celular sonó, y toda la sala volteó a mirarla— Lo... lo siento— dijo carraspeando, y mirando quien la estaba llamando— Mierda.

—¿Quien es?

—Tu prima— suspiró, y cortó la llamada.

—Si la doctora Lopez me deja continuar...— bromeó Dani.

—Lo siento— contestó sonriendo, y se levantó silenciosamente para salir de la sala, y poder devolverle el llamado— Brittany. ¿Pasó algo?

—Hola, Britt ¿Cómo estas? Bien, San. Me alegro, Britt-Britt.

—Entiendo tu ironía, lo siento— se disculpó, ignorando el viejo apodo— Hola, Brittany.

—Hola, San. ¿Estás libre?

—Estoy trabajando, y estoy en una especie de reunión.

—¿Podes escaparte para ir a tomar un café? es que estoy en el hospital, y pensé que seria buena idea hablar luego de lo de la noticia.

—Lo siento, estoy...

—Delante mío— la interrumpió, y Santana se dió vuelta sorprendida.

No quería admitirlo, pero le gustaba la presencia de Brittany.

—Hola— sonrió la rubia.

—¿Cómo...?— preguntó— quiero decir, estas en el área del personal autorizado— señaló un cartel de la pared.

—Si, bueno... cuando sos famosa te dejan pasar a donde quieras— se encogió de hombros apenada.

—Supongo— respondió de mala gana— ¿De que necesitas hablar, Brittany?