mentira- brittana

Capitulo 28- FINAL

Tres meses después.

—El panorama es muy bueno— explicó la cirujana— las próximas horas son cruciales, pero todo indica que su cuerpo está aceptando el transplante.

—¿Va a mejorar?— preguntó Sam.

—Todo indica a que si.

—Gracias— suspiró Brittany mientras se aferraba más a la cintura de su novia.

—Ya está, cariño, todo está por terminar— susurró Santana en su oído.

En estos tres meses, Susan estuvo muy mal de salud y tenía a todos muy preocupados, ella decía que se sentía mal, pero los estudios mostraban otra realidad, una mucho peor.

—Si— suspiró— por fin— la miró a los ojos y le acarició la mejilla— Te amo, gracias por acompañarme.

—Te amo más, Britt— contestó dándole un casto beso— Cariño, tu mamá va a tardar en despertar, y vos necesitas descansar.

—Quiero quedarme, San.

—Hace más de veinticuatro horas que no dormís, no estás en condiciones de hacerlo— respondió— Vamos a casa a dormir, y volvemos por la mañana.

—Britt, hija, Tana tiene razón. Necesitas dormir, mejor dicho, todos lo necesitamos— habló Will— la doctora dijo que nos llamaría.

—Pero...

—Amor— habló Santana— vayamos a casa a descansar con nuestra hija, y en algunas horas volvemos.

—Bueno, cariño— respondió asintiendo y dándole un beso en su frente.

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Las Brittana sin darse cuenta pasaron todo el día durmiendo junto a su hija, al fin de cuentan, tanto estrés pasa factura, y ambas realmente necesitaban descansar.

Santana se había pedido algunos días libres para viajar y estar junto a su pareja en estos momentos difíciles, pero al ser cirujana... no siempre es posible.

—Mami— la movió un poco Sugar para despertarla— Tu celular.

—Gracias, chiquita— respondió un poco dormida, y atendió sin prestar atención— Hola.

—Santanita...

—Miranda— suspiró Santana, ya sabiendo lo que le pediría— Dame un segundo.

La latina se levantó suavemente de la cama indicándole a su hija que no haga ruido ya que Brittany seguía durmiendo, y se dirigió hacia la sala de la habitación del hotel.

—Si, decime.

—Primero que nada ¿como está tu suegra?

—Bien, estamos esperando que despierte de los efectos de la anestesia— habló prácticamente susurrando para no despertar a la rubia— Todo indica que aceptó el corazón.

—Me alegro mucho.

—Miranda, a pesar del cariño que nos tenemos, realmente no creo que me hayas llamado para eso.

—Te necesitamos, Lopez. Lo siento, pero te necesitamos.

—Miranda, no...— se lamentó.

—Shepherd está con una gripe muy fuerte, tu hermana está en una operación, y urgencias está solo.

—Estoy a cuatro horas en avión, Miranda. No llego para nada— intentó explicarse.