mentira- brittana

Capitulo 26

—San, estoy bien— rió Brittany mientras miraba a la latina cocinando— aprecio que hayas venido, y que me hagas la cena, pero prefiero que hablemos.

—Tenes que comer, después hablamos— respondió.

—¿No podemos hablar mientras cocinas?— sugirió.

—No es buena idea eso— la rubia al escuchar la respuesta, se levantó de su asiento y se paró detrás de Santana.

—Por favor— susurró en su oído.

—Eso es jugar sucio— murmuró.

—¿Si? ¿por qué?— volvió a susurrar en su oído, apoyando sus manos sobre la mesada frente a Santana.

—Britt... está bien, hablemos, pero... por... por favor, aléjate, no puedo pensar— contestó, y la rubia rió.

—Hecho... por ahora— volvió a reír, alejándose, y luego carraspeó mientras señalaba hacia la sala, invitando a la latina sentarse en el sillón.

—Supongo que apago el horno— suspiró, y siguió a la rubia.

—San, yo... supongo que no soy tan valiente como hace veinte segundos— dijo sin saber que decir— Lo que te dije no sé si es cierto o no, realmente.

—Me dijiste que me habías engañado durante nuestra relación— contestó dolida— ¿y no sabes si es cierto?

—Fue solo una vez, así que el durante estuvo mal dicho— se frotó la cara en modo de frustración— fue en Ibiza, con Lauren.

—¿Lauren?— preguntó.

—Si, ella— asintió— Nosotras estábamos en pareja, pero no... quiero decir... nosotras sabíamos que estábamos juntas y que era una relación monógama pero no nos animábamos a decirlo. En el viaje... tuve mucha química con ella, pero jamas se me pasó por la cabeza siquiera besarla, para entonces yo ya te amaba con toda mi alma.

—¿Pero?— preguntó al borde de las lágrimas.

—No lo sé. Ella me besó, y yo la aparté, le expliqué la situación y me comprendió— explicó— No me acuerdo más nada, y después desperté en mi habitación con ella a mi lado, ambas en ropa interior. Lauren no recuerda nada tampoco.

—Britt, yo...— quiso hablar, pero la rubia siguió.

—Se que en antes de conocerte tuve una reputación bastante mala en cuanto a las mujeres, y que probablemente Quinn te llenó la cabeza en contra de mi, pero yo te amaba demasiado como para engañarte, así que realmente no creo que haya pasado lo que dicen— respondió— es imposible, San.

—¿Lo es? ¿realmente es imposible?— preguntó mirándola a los ojos.

—No lo sé— contestó— lo pienso, y la razón me dice que si, que es imposible, pero... quizás no sé... el alcohol hizo volver a la vieja Brittany por un rato... pero realmente no lo creo.

—Es todo muy confuso, Britt— reconoció— y admito que me imaginé otra cosa, pero igualmente... no sé si esto cambie algo entre nosotras— admitió.

—También existe el hecho de que nos despertamos por ruidos en la habitación... mejor dicho por la voz de John. Durante todos estos años creí haber sido tan idiota como para engañarte, quiero decir, tenia mis dudas porque es todo muy raro, pero mi mejor amigo me había dicho que me había visto coqueteando toda la noche con ella, pero ahora que lo conozco realmente... no creo que haya sido así.

—¿Por qué simplemente no me lo dijiste en el momento?

—No quería perderte por algo que no estaba segura de qué haya pasado.

—¿Y por qué contármelo después de tanto tiempo?— preguntó afectada.

—Te dije que John...

—¿Por qué el no me lo contó antes? si siempre nos quiso separar, era su oportunidad— dijo sin entender.

—Era demasiado obvio, San. Pero el se aseguró de sacar fotos del momento en que nos encontró a Lauren y a mi— respondió y agregó en voz baja— y siempre trató de juntarme con ella también.

—Britt... te creo— contestó simplemente, y antes de que la rubia pueda acariciarle la mejilla agregó— pero esto no cambia nada entre nosotras. Lo sucedido el otro día...

—No podes decir que fue un error, San.

—No lo fue, nunca sería un error estar con vos, pero no somos más adolescentes, tenemos una hija en común, y es todo muy complicado. No fue un error, pero no tenía que haber pasado.

—No fue un error, pero te arrepentiste— dijo lentamente.

—Eso no fue lo que dije.

—Pero fue como sonó. Lo sé, Santana, fui una novia de mierda en el pasado, nunca supe cómo manejar la fama y tener una vida privada a tal nivel que dejaba que me la maneje otra persona, que lo único que hizo fue arruinarme. Pero hoy en día no cometí ningún error— a medida que hablaba, su voz se iba quebrando un poco más— y creo que no merezco esto— negó con su cabeza.

—¿Esto? ¿que esté enojada porque me fuiste infiel?— preguntó incrédula.

—No. El hecho que quieras estar conmigo y después digas que te arrepentis de haberlo hecho— tragó por el nudo en la garganta— Bueno, igual puede que me lo merezca un poco.

—Mi cabeza es un hermoso desastre ahora mismo— rió sin gracia— Esa noche me dejé llevar, y estuve mal. Ya no dependemos de nosotras mismas, Britt. Nuestra relación no se basa sólo en nosotras. Tenemos una hija.

—Lo sé— asintió mientras se limpiaba una lágrima.

—Y no, no me arrepentí, jamás podría arrepentirme de algo que tenga que ver con vos. Te amé tanto, Brittany.

—Santana, yo te amaba antes, y te amo ahora, incluso mucho más— confesó, y luego rió para que no se note lo mucho que le había dolido que la latina hable en pasado.

—Lo sé— asintió, y en ese momento su celular sonó— Es Emily, dice que tiene una cirugía de último momento, tengo que ir a por Sugar— dijo leyendo.

—Está bien— fue su turno de asentir— gracias por venir, y... decile a Sug que la amo, que mañana paso a verla.