Capitulo 22

320 26 7
                                    

—Britt— murmuró Santana adormilada— está sonando tu celular.

—¿Hmm?

—Tu. Maldito. Celular— se quejó.

—Que tierna sos a veces— respondió riendo, y atendió sin mirar— Brittany Pierce.

Siempre soy tierna— se defendió, acostándose en el pecho de la rubia mientras la abrazaba.

—Si, cariño.

¿Estás con una mujer a esta hora, Brittany? ¿por eso no me atendiste en toda la mañana?

Spencer— saludó— Estaba durmiendo, no escuché el celular, lo siento. ¿Pasó algo?

—Si, por supuesto que si— se escuchó un suspiro— Brittany... las cosas con John se complicaron.

—¿De que estas hablando?— respondió.

—¿Todo bien, Britt?— preguntó al notarla tensa.

—Si, San— le dió un tierno beso en la frente— ¿Y, Spencer?

—Lo amenace con un juicio, le ofreci dinero para que no hablara, pero... mierda, Brittany, vendió las dos historias a la prensa.

—¿Cuáles dos?

—La de Sugar, y... lo que pasó en España años atrás.

—Spencer, por favor, que la segunda no salga... no ahora— miró a Santana quien se había quedado dormida abrazada a ella— No puede salir ahora.

—Lo siento, Britt.

—¿Cuando?

—Hoy por la noche sale la noticia de Sugar, tengo entendido que en dos días sale la noticia de España.

—Me acaba de arruinar la vida— se lamentó.

¿La mujer con la que estás es Santana, cierto?

—Si.

—Lo siento mucho, no pude hacer nada más.

¿Que se supone que debo hacer ahora?— murmuró.

Contarle, Britt.

—No me va a hablar nunca más en su vida— dijo con la voz quebrada— ¿El idiota tiene pruebas?

—Fotos.

Brittany, colga el teléfono— pidió Santana media dormida— me despertaste, cariño.

Britt, como abogada no pude hacer nada más, pero podes chantajearlo vos. No digo que esté bien, pero... podrías intentarlo.

Después hablamos, Spen— colgó sin esperar respuesta, y salió de la cama sin despertar a la latina quien ya se había quedado dormida.

Rápidamente se cambió, y salió de la casa sintiéndose perdida.

Y culpable.

Ella sabía que en cuánto se lo cuente a Santana, la perdería para siempre.

Se subió a su camioneta, se puso sus lentes de sol, y arrancó el motor con solo un rumbo en su mente. Se pasó todos los semáforos en rojo, y probablemente había roto todas las leyes de tránsito, pero no le importó. Ya nada le importaba.

—¡John!— gritó al darle un portazo a su camioneta al llegar— ¡Abrí la puta puerta!

—Querida— sonrió al abrir— probablemente tengas que reparar tu camioneta después de tremendo portazo.

—¿Estás gracioso?— preguntó entrecerrando los ojos— ¿Por qué, John? ¿Por qué exponer a una criatura? Tenes una maldita hija, sabes muy bien lo que es.

—Nunca quise exponer a Sugar— respondió sincero— eso fue una equivocación, créeme.

—Oh si, por supuesto que lo hago, idiota.

—Fue sin querer, lo juro.

—¿Y que me hablas de España?

—Oh, querida, eso si fue queriendo. Te prometí hacerte la vida imposible si me echabas, y lo primero es romper tu relación con Santana.

—Pudiste aceptar el dinero, el maldito dinero, John. Spencer prácticamente te ofreció toda mí fortuna. ¿Por qué carajo no lo hiciste?

—A veces, querida, el dinero no es todo.

—¡Deja de decirme así!— golpeó la puerta.

—Brittany, querida— dijo con una sonrisa— No queres llamar la atención de los vecinos, te recomiendo que vayas a tu casa, y pases el resto de estos días con tu novia... temporal.

—John, te juro por mi hija que tu carrera está terminada— amenazó— y que si llegas a ventilar una sola cosa más sobre mi, te voy a arruinar de la manera que más te duele.

—¿Ah, si?— preguntó riendo— ¿Y como harías eso?

—Sabes muy bien que puedo hacer que la madre de tu hija tenga la tenencia completa, así que vamos a hacer un trato. Das marcha atrás con las historias, o no ves más a tu hija.

—No tenes manera de hacerlo.

—Oh, querido— rió— el dinero si lo es todo, y más para los jueces. Da marcha atrás, o la perdes— en ese momento su celular sonó— Pensalo, John.

Volvió a caminar hacia su camioneta controlando las ganas de golpear a la persona que alguna vez llamó hermano, y atendió el celular sin mirar quién era.

Brittany Pierce.

—Es bueno saberlo— al escuchar su voz se relajó, y frenó sus pasos.

Hola, cariño. Perdón por irme así.

—Por eso llamaba ¿Pasó algo?

—Tuve que encargarme de algo laboral, pero ya estoy libre. Perdón nuevamente— se le quebró la voz.

¿Estás bien, Britt?

—Si, San. No te quería despertar— chasqueo su lengua— No quiero que te asustes, ni pienses cualquier cosa, pero necesito que hablemos. ¿Podes venir a casa? me siento más segura.

—¿Todo bien?

—Ahora si, después no lo creo.

..............

—Britt, me estas asustando— dijo Santana al ver la rubia no dejaba de caminar por su casa.

—Es solo que...— suspiró, y frenó su caminata para mirarla— dios, San, esto es algo que tendría que haberte dicho hace años.

—¿Que pasó, Britt? ¿por qué estás así?

—Primero... hoy me fui así de tu casa porque me llamó Spencer, y me dijo que John haría públicas dos noticias.

—¿Dos noticias?

—No sé si al final van a salir a la luz... porque bueno, lo amenace, pero igualmente mereces saberlo. La primer noticia es la de Sugar, y supuestamente sale hoy por la noche.

—Cariño— se acercó a ella y la tomó de las mejillas— es una mierda que salga la noticia así, pero sabíamos que podía pasar en cualquier momento, no es para tanto realmente.

—San...— se le pusieron los ojos llorosos— la segunda noticia es que... te fui infiel, durante nuestra relación te fui infiel.

—¿Qué?— preguntó alejándose rápidamente.

—Déjame explicarte...

—¿Que me vas a explicar?— respondió dolida— no puedo creerlo, Brittany, no...

—San...

—No quiero volver a saber de vos— negó con su cabeza— No ahora.

—Cariño, déjame explicarte.

—Adiós, Brittany.

................

buenas bestieeees!! acá les dejo otro capítulo porque soy buena👀👀

mentira- brittanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora