CAPITULO 36

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♫Into Your Arms - Witt Lowry ft Ava Max♫

Estaba totalmente alerta como para no sentirme feliz, alerta ante mi misma, ante la suerte, ante ese único futuro tangible que se llama mañana, "alerta" es decir desconfiada. Por eso no le prometía nada más a Rosé.

Ella me estaba pidiendo una cita y yo por supuesto acepté, veía el trasfondo de todo esto. Yo ya había asumido que no la vería después, ahora se que había un mañana.

Comí la ultima galleta, todos mis prejuicios de antes se desvanecían en estas situaciones, un simple gesto como darme la ultima galleta, aun sabiendo que ella no había comido desde ayer, aun sabiendo que por su estado podría exigirlo, ella me lo dio. «ella es amable»

La tomo de la mano para ayudar a levantarla y la siento muy caliente, no es normal, no si todo este tiempo no tenía los guantes. Le pregunté si le dolía y ella fingió que estaba adormecida su pierna, un flash de mini recuerdo se apodera de mi pensamiento, al soltarla debió apoyarse inconscientemente  en su pierna mala, sin tiempo de reaccionar, en peso muerto y eso es peor. «mierda».

Claro que me culpo, ella solo evita mirarme. 

Contra todo pronóstico, me alerta de unas personas que resultaron ser  Smith y su hija. Ellos vienen a nuestra ayuda.

Hablan de la influencia de una cantante sobre la búsqueda «era lógico, si desaparecieron once personas «conmigo doce» se empeñarían en buscar a la celebridad, típico, a su lado nosotras somos escoria.

Rio para no llorar, Rosé resultó ser la famosa cantante. «¿que canta?», muevo mi cabeza a los costados, no es tiempo de cotorrear. Prácticamente le ordeno a Smith que Rosé necesita atención urgente y como arte de magia a los minutos de hablar por el radio aparece un helicóptero.

La maquina deja de sonar y un hombre se acerca. Mi emoción se pierde al fijarme que ese hombre era muy guapo, digo que desaparece porque de pronto una sensación en mi interior me alerta de algo que estaba ignorando desde la madrugada cuando deliberadamente besé a Rosé. «¿el será su prometido?».

—¡usted! —Smith le extiende la mano—debí imaginar que no esperaría el helicóptero de rescate.

—ella esta con fiebre, y tiene el tobillo fracturado, algunos golpes internos, necesita atención en general—digo correspondiendo la mano del recién llegado que curiosamente no menciona su nombre.

—gracias por su cooperación, dejo a mi asistente para que pueda apoyar en nombre de la familia Park.

Toma en brazos a Rosé y se la lleva, voy detrás, su asistente me detiene.

—el helicóptero para usted viene en camino—dice.

—¿que?, pero yo quiero ir con ella—trato de avanzar y me obstruye el camino—¡qué clase de rescatistas son ustedes!

—¡Lisa! —Smith me agarra del brazo—ese es un helicóptero particular  y no creo que la lleven al pueblo.

—¡de que mierda hablan! ¡Quiero asegurarme de que la asistan bien! —no se escuchan más mis reclamos por el motor del helicóptero que empieza a ascender.

Veo desde mi posición, como se blandea el cabello de "mi rubia". Ella gira hacia nosotros y yo levanto la mano sacando el dedo meñique, como si dijera «te buscare» en promesa, ella me corresponde extendiendo su mano.

Siento un vacío en mi pecho, esa sensación de abandono. Por supuesto que no iban al pueblo, veo como el helicóptero se aleja justo por donde bajamos con Rosé. Que raro que vaya en esa dirección.

—Ese hombre estuvo encima de mí, desde el segundo día de la avalancha, no voy a negar que inclusive me ayudo con la organización, pero no me dejó descansar ni un segundo—Smith empezó a quejarse.

ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]Where stories live. Discover now