ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]

CAPITULO 68

♫ Off The Chain - Selena Gomez & The Scene ♫

Se acercó a mí, me abrió las piernas y encajó su parte viril con mi intimidad. Mientras besaba mi cuello...Yo estaba caliente, obviamente mi cuerpo reaccionó cuando empezó a frotar su erección. Ambos aun teníamos la ropa interior puesta.

—¿te gusta? —preguntó.

Yo emití un gemido cuando presionó.

—Dime, te gusta duro o suave...—habló en mi oído.

Yo no sabía si responderle que era mi primera vez, necesitaba que fuera lo más suave y amoroso posible.

Mejor cambio de tema—que talla eres—empecé a buscar las cajitas de condón que Jack me dejó.

Tu misma puedes ponerlo, sin previo aviso llevó mi mano dentro de su bóxer. Tiré mi mano hacia atrás, esto era demasiado...

—la gran ¿Chaeyoung tímida? —dijo este idiota provocándome.

Lo hice, metí mi mano y sentí su pene que empezó a frotar mi mano. Yo aún no me podía creer lo que estaba haciendo.

Sentí su barba y sus labios gruesos invadiendo mi boca, me tomó por sorpresa. Fue algo que no me gustó en lo absoluto, más allá que su barba de verdad picaba alrededor de mis labios. Traté de corresponder el beso, pero el sabor no me gustaba, no definitivamente no.

Me giré al velador, presioné el botón...

—Joven aléjese de la señorita—entró Zuck—lo dijo con vos de mando, pero muy respetuoso.

—¿Qué hice mal? —frunció el ceño, yo me limité a quitar la vista.

—no volveré a repetirlo—Zuck levantó la voz.

Zuck sacó al joven.

No puedo creer lo que estoy haciendo. Es una locura...no puedo. Yo realmente no quiero.

Tocaron la puerta.

—Adelante —dije.

Zuck entró y se dio la vuelta. ¡Mierda!, aún seguía con solo la ropa interior.

—ya puedes voltear—le dije envolviendo mi bata.

—señorita, lo tenemos en custodia, ¿él le hizo daño?

—No ya pueden dejarlo ir—ordené.

Zuck presionó en su oído y dio las órdenes a sus subalternos.

—¿necesitas algo más?, por cierto, que los demás se vayan. Por hoy se acabó.

Nuevamente dio indicaciones, pero mi jefe de seguridad no se iba.

—¿Deseas algo, un permiso quizá? —le dije sin verlo.

—Señorita Rosé, acabo de enviarle un correo a su mánager y a usted con mi renuncia firmada.

—¡que!, ¡de que hablas, no te puedes ir, Zuck no me puedes dejar! —recién levanté mi mirada hacia mi guardaespaldas preferido.

Él estaba parado con una mirada de ¿decepción?

—si te incomoda esto, manda a otro para que tome tu lugar, pero no puedes dejarme Zuck yo confío mucho es ti.

—Lo siento señorita Rosé...ya está decidido.

—Justifica bien tu renuncia para aceptarla.

—Desde que la conocí me pareció una persona muy dulce y amable, diferente concepto que tienen los demás. Cuando me dio su confianza, me prometí que daría lo mejor de mí con tal que no le vuelva a suceder nada. Todo lo que hizo en África, independientemente de sus problemas personales, mi equipo y yo estuvimos maravillados con el empeño que le ponía al documental. Al igual que usted vimos una realidad que nos pegó en la cara...El ayudar a la gente nativa de ahí me hizo más humano, más real.