CAPÍTULO 4

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Año 822 desde el descubrimiento del chacra

Konohagakure

Le dolía la cabeza de estar en la misma posición todo el día. Todos los días eran exactamente iguales, solo se sentaba frente a su escritorio, revisaba archivos y documentos burocráticos y bebía café. De niño nunca creyó que el trabajo de Hokage era esto, pero tampoco estaba muy arrepentido. A pesar de que estar haciendo lo mismo aburría, en ocasiones había algunas cosas que le encantaron, como revisar los diversos informes de misiones: sobre todo los Genin, pues le recordaban a cuando él mismo estaba en ese rango de niño.

Dio un suspiro al tiempo que se levantaba de su lugar para salir lo más pronto en dirección de los laboratorios clínicos del hospital. El día anterior les había llevado una muestra de sangre de Naruto para que la analizaran. Habían acordado que revisarían si esta tenía alguna relación con las muestras de ADN de un Uzumaki. Había otras pruebas, pero de las que solo Kushina tenía al alcance. Le habría querido decir, pero se abstuvo para que ella no intentará acorralar con demasiadas preguntas a Naruto. Conocía perfectamente a su esposa, y juró que ella sería la más emocionada que cualquier persona. Evitó eso, por lo que acordó que le diría si tan solo Naruto en realidad fuese un Uzumaki.

Llegó al laboratorio y saludó al recepcionista. Después le preguntó sobre la doctora Akina. Le dijeron que la vería pronto, por lo que fue a sentarse a la sala de espera. Pasaron algunos minutos hasta que por el pasillo caminó la doctora en su dirección. Se levantó rápidamente para hablarle.

—Buenos días, Lord Minato —saludó la doctora Akina.

—Buenos días —contestó—. He venido por los resultados de la prueba de sangre que le mandé hace un día. ¿Ya están?

—Por supuesto, aunque tengo el archivo en mi consultorio. ¿Gusta acompañarme?

—Claro.

Los dos caminaron por el pasillo en la misma dirección de la que vino la doctora antes. Entraron a su consultorio y Minato tomó asiento. Esperó a que la doctora buscara el archivo, y después de unos segundos ella sacó una carpeta.

—Bien, llegaron esta mañana —mencionó—. Por lo que puedo entender, se ha registrado la prueba para conocer el linaje de la chica. Se tuvo que utilizar una muestra del patrón del ADN de un Uzumaki, aunque lamentablemente solo contásemos con uno. Por dicha ocasión se tuvo que hacer la prueba con un poco del ADN de su esposa, de quien usted ordenó que fuese así. A decir verdad, esto es bastante extraño.

—¿Ella no es Uzumaki? —preguntó ladeando la cabeza.

—Bueno, ella realmente es un Uzumaki vivo. Eso sonaría bastante alegre para todos; un nuevo integrante de tan famoso clan, pero hay algo que me hace creer que hay un error.

—¿Qué sería eso?

—Ha escuchado sobre la prueba de paternidad, ¿cierto? —dijo a lo que Minato asintió—. Bien, en esas pruebas se maneja el parecido genético entre un sujeto y su progenitor para conocer la semejanzas genéticas que se tiene para ser su padre biológico. Es igual con la madre, aunque en los casos de dicha prueba no es necesaria su huella de ADN. Aquí puedo ver que las semejanzas de la chica con las de su esposa son semejantes, tan parecidos como si fuese madre e hija. Llegaría a creer que también podría ser una huella de hermandad, pero es algo poco factible por un asunto, la segunda parte de su genotipo. Este no parece ser de otro miembro de Uzumaki, sino más bien de un civil. No sé en realidad que puede llegar a ser esto, inclusive puede ser un error, pero cabe la posibilidad de que la chica fuese una hermana arraigada de su esposa.

Con todo eso en mente, llegó a su oficina, y aunque estuviera revisando informes y archivos, ese pensamiento no abandonó su cerebro. Llegó a su casa en donde su esposa lo recibió con una gran sonrisa. A pesar de que intentó mantenerse normal, Kushina lo conocía tan bien que se dio cuenta inmediatamente que algo le estaba molestando.

Despertando en el ayer | Naruto Fem x KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora