CAPÍTULO 35

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Año 826 desde el descubrimiento del chacra

Konohagakure

Naruto tenía su vista fija en un libro de tapa gruesa. Estaba muy sumida en la lectura que ni siquiera se había dado cuenta de que no había recogido su plato de la mesita. Normalmente era así con Naruto. Ella siempre se concentraba demasiado en las novelas. Era lo mejor que podía hacer cuando no tenía misiones y estaba cansada del entrenamiento. No había tenido misiones largas por algunas semanas. El invierno ya estaba soplando en Konoha, y con ello las festividades que se hacían allí. Nadie sabía el por qué todos festejaban fiestas en esa época del año. Era una tradición, pero de la que no tenían registros. La noche vieja se celebraba desde antes de que se descubriera el chacra. Hubo muchas teorías para intentar comprender el origen de dicha festividad. No es que la gente se preguntara por ello, solo disfrutaban de la fiesta y volvían a la rutina.

A Naruto le gustaba esas fechas, pues siempre había un festival. Cuando era pequeña, recordó que Hiruzen la llevaba a ver los fuegos artificiales durante la media noche. Eran momentos en los que podía pasarlos con el viejo, y este le compraba varias cosas para comer o jugar. Lindos momentos que tenía en su memoria. Y desde que había llegado al pasado, también había asistido a los festivales. En todas las ocasiones acompañada por Anko, Kurenai, Asuma, Guy y Kakashi. Esos días realmente eran una locura para todos. Desde el momento en el que Anko traía consigo botellas de alcohol, hasta cuando encontraron a Guy intentando robarse un algodón de azúcar. Bastantes risas le sacaron a Naruto en ese momento.

Cerró su libro y lo dejó sobre la mesita de su sala de estar. Estiró sus brazos y soltó un gemido al sentir a sus músculos destensarse. Luego su vista se fijó en el plato a medio comer que tenía enfrente. Le dio un mordisco al sándwich y miró a la ventana por varios segundos. Era una tarde bastante fría y nublada. Sabía que pronto podría comenzar a nevar. Terminó de comer el sándwich y se dirigió a la cocina para dejar el plato. Se preguntó qué haría para esas fechas. Esperaba no tener misiones, aunque nada era seguro. Solo faltaban dos días para la noche vieja.

Repentinamente sintió un escalofrió que le recorrió por toda la columna. Eso había comenzado a suceder desde casi tres meses. No sabía el por qué, pero cada vez eran más seguidos. Intentó ignorar la punzada de preocupación que se instaló en su mente y mejor se enfocó en los anaqueles algo vacíos de su cocina. «Debo ir por comida pronto», pensó.

Fue a su habitación, tomó una chaqueta y su cartera. Hizo una lista mental de lo que necesitaba, y tan pronto como la hizo, salió de su casa. Bajó rápidamente por las escaleras y comenzó a ir por los tejados de las casas. Necesitaba ir rápido, pues el mercado debía estar abarrotado de gente. No quería demorarse demasiado allí. Después de unos minutos por fin vio el caos que era el mercado. Había varias personas ya comprando en todo el lugar. Todos los comerciantes también estaban bastante estresados, pues iban de un lado a otro, bastante acalorados, aunque también se les podía notar un poco de felicidad de vender más que en otros días. Naruto bajó al suelo y rápidamente se unió a las señoras que peleaban por la carne. Sería una larga compra.

***

Después de varias horas, Naruto por fin salió del mercado bastante cansada. Había estado buscando bastantes cosas antes de que las demás señoras se los acabaran. Soltó un suspiro y comenzó a caminar a su casa.

«Eso fue demasiado para mí —pensó Naruto mientras arrastraba los pies—. ¿Cómo es que ya casi no había nada en los estantes? Realmente se acaban todo en estas fechas.»

Durante un par de minutos solo caminó mientras en su mente se quejaba de su día. No tardó mucho en llegar a su edificio, aunque no pudo evitar soltar un gemido cuando se dio cuenta de que debía subir por las escaleras. Tomó un largo respiro y entró al edificio. Su mente solo pensaba en qué hacer después de que llegara. No tenía nada que hacer. Luego se preguntó si podía ver a Kakashi. Este acababa de llegar de una misión, por lo que lo había dejado descansar ese día, a pesar de que este había insistido en que estaba bien, Naruto lo podía ver irritado y cansado. Era normal después de una misión. Decidió que iría después a visitarlo. Aunque en realidad no tuvo que hacerlo, pues cuando estuvo en su piso, lo vio allí sentado frente a su puerta.

Despertando en el ayer | Naruto Fem x KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora