CAPÍTULO 26

1K 147 3
                                    

Año 826 desde el descubrimiento del chacra

Konohagakure

Estaba bajo la sombra de un árbol. Veía con atención cómo el agua del río iba de derecha a izquierda. De sus labios escapó el humo de tabaco. Después de unos segundos llevó el cigarro de su mano a sus labios. Había estado así por un par de minutos. No tenía misiones, y no las tendría hasta una semana después. Minato le había dado un descanso, a pesar de que ella no había querido tomarlo. En su mente aún debía averiguar en dónde se encontraba el sujeto que la trajo al pasado.

Naruto escuchó que alguien se acercaba a ella. No hizo ningún movimiento para ponerse en guardia. Reconoció la presencia del sujeto. Después de unos segundos apareció Kakashi con la típica expresión cansada y aburrida. Este se sentó a su lado y sacó un libro amarillo. Ninguno dijo ni una sola palabra por diez minutos. Los dos se mantuvieron ajenos a lo que hacía el otro. Era una rutina normal entre ambos. Eso había sido desde hace dos años, al mismo tiempo que comenzaron a ir a misiones juntos como un dúo. Naruto era una Chunin que debía aprender y analizar las habilidades y el razonamiento de un Jounin, en este caso, Kakashi. A pesar de eso, Naruto seguía siendo muy buena amiga de Kakashi, aunque en los últimos meses estuvo un poco más apegada a él. Todo eso debido a una misión más tardada de lo normal, en donde ambos tuvieron que pasar varios días en el bosque. Fue tan raro para ambos, pero hubo algo en Naruto que la hizo pensar en todo el tiempo que estuvo allí, en esa línea, y en como creció con Kakashi, así teniendo en su memoria a dos personas tan similares, pero tan diferentes al mismo tiempo.

—No te has acabado la cajetilla, ¿verdad? —comentó Kakashi después de unos segundos. Extendió la mano y tomó la cajetilla, en donde solo quedaban cinco cigarros—. Bueno, esperaba que duraran menos de un mes —añadió—, pero veo que no fumas mucho.

—No realmente —contestó Naruto. Miró a Kakashi y sonrió un poco—. No tanto como tú.

—En eso tienes razón —admitió Kakashi—. Supongo que es un mal vicio, pero debo culpar a Asuma por enseñarme a fumar —expresó, con un tono algo seco—. Esa vez perdí y tuve que fumar por primera vez. ¡Casi ven mi rostro! No podía permitir eso.

—Y al final no lo vimos —gruñó Naruto algo molesta—. No tengo idea de cómo nos distrajiste tanto tiempo para que no viéramos tu rostro mientras te acababas el cigarro —entrecerró sus ojos mientras su vista estaba enfocada en él—. Seguramente nos metiste en un Genjutsu y así no nos dimos cuenta de tu cara.

—Pero si ya lo has visto —murmuró Kakashi—, ¿para qué te enojas?

—¡En ese momento aún no lo había visto! —bramó Naruto.

—Pero ya lo viste, ¿no es cierto? Ya puedes morir en paz.

—Sí. Aunque te imaginaba con algo extraño. Eres alguien muy normal, no deberías esconderte en esa máscara. No creo que a nadie le moleste tu bigote que intentas dejarte crecer.

—Ya me lo rasuré —suspiró—. Y no me lo intentaba dejar crecer, solo no me había rasurado en toda la misión. No había tiempo para ello.

Naruto no respondió. Ambos nuevamente se quedaron en silencio por un par de minutos más.

—¿Has visto a la pequeña Naruto? —preguntó Kakashi.

—La vi en la mañana —respondió—. Aún sigue en el preescolar, aunque está ansiosa por entrar en la academia el próximo año. Creo que me volveré maestra de la academia —añadió. Sonrió mientras pensaba en su época de academia—. Será divertido ver a todos de pequeños —eso último lo murmuró.

Despertando en el ayer | Naruto Fem x KakashiWhere stories live. Discover now