64.

577 55 14
                                    

El celular de Yunho comienza a sonar indicando que estaba entrando una llamada. Así que rápidamente lo toma notando que es específicamente una que había estado esperando en esos días.

Tenía una sorpresa preparada para su amoroso padre, una que de seguro estaría feliz de recibir.
Por lo que después de colgar con la persona que necesitaba hablar, eboza una pequeña sonrisa al sentirse satisfecho con eso.

—¿Y tú qué haces ahí?— pregunta Jihoon cuándo regresa mirándolo —¿Y esas maletas? ¿Dónde están los muebles y las cosas?— vuelve a decir igual de extrañado.

—En mí auto y otras se las llevó Mingi, así que seré claro e iré al punto— contesta el menor poniéndose de pie —ni yo te soporto a ti, ni tú me soportas a mí. Así que como ya terminé de pagar la casa, la vendí

—¿Que hiciste qué?— habla sin poder asimilarlo.

—Todos los problemas han sido por eso ¿Cierto? Ya no vamos a vivir bajo el mismo techo, haz tu vida y lo que se te venga en gana, pero yo no estaré siendo infeliz soportandote cuando el que paga los gastos aquí soy yo

—¡Eres un mal agradecido!— se exalta —¡Tantos putos años manteniéndote! ¡¿Y así es como me pagas?!

—Manteniéndome a punta de maltrato será, porque eso es lo único que sabes hacer. ¿O te recuerdo la golpiza que me diste al enterarte que soy gay? ¿O todas las cosas hirientes que me dices cada día? No quiero estar toda mí vida así

—¡ERES UN IMBÉCIL!— grita lanzandole una cachetada que deja su mejilla roja al instante —¡NO TIENES NINGÚN DERECHO A HACER ESO! ¡¿EN DÓNDE MIERDA PIENSAS QUE ME VOY A QUEDAR?! NO CABE DUDA DE QUE SOLO ERES UNA DECEPCIÓN Y TODO POR SER UN ANORMAL DE MIERDA— seguía diciendo con furia tirando cada cosa que traía en sus manos —PERO CLARO, COMO DE SEGURO TÚ TE QUEDAS CON EL MARICÓN DE TU NOVIO QUE ES IGUAL DE PU-

No pudo terminar la frase porque el contrario le devuelve el golpe de hace unos segundos pero con mucha más fuerza logrando ver un pequeño hilo de sangre escurrir de su labio.

—Te dije que a Jongho lo mantengas fuera de tu asquerosa boca porque no respondo, y esto no es nada— susurra entre dientes a punto de estallar de la cólera —y tengo todo el derecho a hacerlo ¿Sabes por qué? Porque esto lo compré yo con mí esfuerzo, desveladas diarias, muchos ahorros y sin ningún apoyo de figuras paternas. Así que puedo hacer con MÍ casa lo que quiera

—Eres un hijo de...

—Vamos, termina de decirlo. Eso no cambia nada— sonríe sarcásticamente —allí están tus maletas, tienes una semana para desalojar y la verdad es que no te quiero ver más en mí vida, por lo que preferiría que para ese entonces no estés— es lo último que dice dejándolo con la palabra en la boca y saliendo para subirse a su auto.

Inhala profundamente para luego exhalar con fuerza calmandose sintiéndose feliz por no haber sacado ni una sola lágrima. En su interior pudo sentir la satisfacción y un peso menos al salir de esa etapa tan horrible de su vida. Nunca lo necesitó, ni lo necesitaría para seguir adelante.
Luego de unos instantes frente al volante, se pone en marcha para ir a la casa de su novio antes de ir a su nuevo apartamento que había arrendado gracias a la ayuda de los papás de este.

Al bajarse, Jongho sale corriendo como un pequeño perrito en la espera de su dueño con ojitos brillantes y una sonrisa que podría jurar que cura todos los males.

—Estaba tan preocupado, ese señor me da miedo de que pueda llegar a hacerte algo— suspira abrazándolo —Yunnie mira tu mejilla ¿Te golpeó? Es un idiota

—Tranquilo osito, ya pasó, finalmente soy libre de él. Claramente se volvió loco como lo esperaba pero finalmente no tiene más remedio que aceptarlo y además, es lo mejor, no quería seguir más así— le comenta tratando de calmarlo —gracias por siempre estar en todo para mí

This isn't so cliche (Seongsang) [En mejora]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن