Nunca te olvidaré.

Capítulo 4

Finalmente llegué, efectivamente allí estaban, souya estaba encima de kisaki golpeándolo con mucha fuerza. No había nadie, era entendible por la hora, de lejos ví a Hanma acercarse en su moto, ¿Acaso planeaba arrollar a Souya? Encendí mi moto nuevamente y choqué contra Hanma haciendo que se cayera de la moto al igual que yo.

—Maldita, ¿Qué mierda están haciendo?

—Mejor pregúntale eso al idiota de Kisaki.

Me levanté del suelo y fui con souya, aunque quería que siguiera golpeándolo, podrían llevarlo a prisión si lo mataba y Kisaki habría ganado. Sujeté sus hombros y lo abracé con fuerza pegando sus brazos a su cuerpo.

—Suéltame, voy a matar a este infeliz por atreverse a tocarte.

—Souya no lo hagas, eso es lo que él quiere. Si lo matas, te alejarán de mí y no soportaría eso.

Vi a Nahoya llegar y él me ayudó a separar a Souya de Kisaki, Hanma sujetó a kisaki y este lo empujó mirándonos con enojo.

—Me la vas a pagar Souya y tú también Hyung.

—¡Sólo vete infeliz antes de que te mate! —gritó Souya.

Yo solo miré a Kisaki con odio, finalmente se había ido con Hanma. Souya se volteó hacia mí y me abrazó, su rostro estaba levemente herido y acaricié sus mejillas.

—Lo siento, no quería hacerte pasar por esto.

—No fue tu culpa, fue de ese idiota —Souya acarició mis mejillas.

—¿Te duele?

—Tranquila, Kisaki es muy débil —rio.

—Ya, ¿Alguien me explica qué pasó aquí? —preguntó Nahoya.

Souya volteó a verme, pidiéndome permiso para contarle a su hermano, bajé levemente la mirada y asentí con nerviosismo.

—Vamos a casa, ahí te contaremos.

Ya en casa.

—Ese bastardo, yo no me hubiera conformado solo con golpearlo. Lo mataría allí mismo.

—Nahoya, no ayudas —dije suspirando.

—Lo siento, pero es la verdad.

Miré a Souya, este seguía inquieto, me senté a su lado y acaricié sus manos. Luego agarré una curita pequeña y se la puse en la mejilla.

—Tranquilo, no quiero que Kisaki arruine nuestra paz. Finalmente viviremos juntos y estaremos bien, ya no pongas esa carita ¿Sí?

Souya me miró y suspiró, tomó delicadamente mi rostro y me depositó un pequeño beso.

—Por ti, lo haré. Por ti soy capaz de cualquier cosa —sonrió— hasta de dejar a ese idiota en paz.

—Gracias, te amo.

—Yo también.

—Ay pero que melosos —dijo Nahoya— yo ya me voy.

—Quédate, ya es tarde —pedí.

—No, no quiero escuchar sonidos indeseados en la noche —Nahoya rio y con Souya nos pusimos completamente rojos— su cara los delata jiji, nos vemos.

—Adiós Nahoya.

—Adiós hermano.

Nahoya se fue y nos quedamos solos con Souya, él me abrazó fuertemente y acarició mis brazos.

—¿Vamos a dormir? Ya es tarde.

—Sí, vamos —respondí.

Días después.

—Y con esto ya estarían todas mis cosas aquí.

—Increíble —dije alegre.

—Gracias Nahoya por ayudarme.

Nahoya tenía un pañuelo en sus manos y fingía estar llorando.

—¿Ya no tendré a mi hermano conmigo? Me cambias por una mujer, que cruel.

—Ay Nahoya, no armes drama —reí.

—Ya, la casa se sentirá diferente sin mi hermano —sonrió Nahoya, Souya parecía querer llorar— espero la boda en unos meses que quiero comer pastel.

—Pronto —sonrió Souya mirándome, yo me sonrojé.

—Yo solo estoy esperando —reí— no estarán tanto tiempo separados, ¿No querían abrir su propio restaurante?

—Sí —ambos respondieron.

—¿Y cómo van con eso?

—Pues no tan mal, ya hemos conseguido un lugar, falta arreglar un par de cosas y ya —anunció Nahoya.

—¡Nahoya, era una sorpresa!

—Oops.

—¿En serio? ¡Felicidades! —abracé a ambos hermanos— ahora todo estará mejor, estoy segura.

Pasaron unos días y Souya con Nahoya finalmente inauguraron su restaurante, tenía que admitir que su comida era deliciosa. Festejamos todo el día, de repente Souya se levantó de su asiento con una mirada sonrojada y nervioso.

—Bueno, silencio, silencio. Souya tiene un anuncio importante —exclamó Nahoya.

—Hyung —Souya se arrodilló frente a mí y sacó una pequeña cajita para luego abrirla, mi corazón saltó de emoción— ¿Te-

—¡JODER CLARO QUE SÍ!

—D-déjame terminar —dijo Souya, ambos reímos— cásate conmigo, por favor.

—¡Sí, sí, sí y mil veces sí! —abracé a Souya y este me puso un anillo.

Esa fue la última vez que sonreí, no sé qué pasó después de ese día, pero entendí que debes apreciar siempre lo que tienes porque no sabes cuándo se irá. Todo mi mundo fue en picada después de ese día.

Era de madrugada, hacía mucho calor y sentí un líquido caliente en una parte de mi cuerpo, me levanté y sacudí a Souya.

—Amor, creo que estás sudando mucho, ¿Quieres que tomemos un baño? —Souya no respondió, volví a sacudirlo— amor despierta.

Abrí las sábanas y me levanté, me volteé a encender la luz y la escena que tenía frente a mi me shockeó de gran manera. Mis manos temblaban y no sabía qué hacer, lo único que salió de mi fue un grito desgarrador.

—¡AHHHHHHH!

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Espero que les haya gustado y le den a la estrellita.

Atte: Hyung☕✨

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