Recuerdos de ToMan

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—Ven Raiden, camina hacia aquí —habló Yung con paciencia.

—No lo fuerces mucho, ayer fue un día agitado para él —le advertí a mi hijo.

—¿No le hará mal no caminar? —preguntó curioso.

—Todavía tiene cinco meses, no esperes que pueda correr como tú —reí acariciando su cabello— cuando esté listo para caminar, él lo hará, ¿Sí?

—¡Sí mamá! Ven Raiden, vamos.

Yung cargó a Raiden en sus brazos y con cuidado comenzó a caminar en dirección a la habitación. Me alegraba el cuidado con el que trataba a su hermano, era muy dulce.

—¿Otra vez está intentando hacerlo caminar? —se burló Souya mientras entraba a la cocina— ¡Yung, cuidado con tu hermano!

—¡Sí papá! —gritó a lo lejos.

Por otro lado.

—Mira Raiden, esta es la habitación de mamá y papá. De momento tú duermes aquí hasta que seas más grande y tengas tu propia habitación —explicó Yung.

Raiden lo miraba con curiosidad. Yung lo dejó encima de la cama y se metió al armario.

—Te contaré un secreto, hermanito. Esto lo encontré hace días —comentó sacando un pequeño baúl que estaba escondido entre mi ropa— mira —susurró extendiendo una chaqueta negra con bordados dorados— y no solo hay una, sino dos. Una de ellas incluso dice vicecapitan, ¿Qué crees que sea esto, Raiden?

Raiden se tiró de espaldas a la cama mientras reía sacudiendo sus pequeñas manos.

—¿Debería preguntarle a mamá?

—¿Preguntarme qué? —pregunté entrando a la habitación, pero cuando ví la escena me quedé en silencio notando el uniforme de la ToMan en manos de mi hijo— ¿Qué dije de buscar entre mis cosas? —recalqué suspirando con una sonrisa.

—No se busca en el baúl de mamá... —repitió arrepentido— ¿Qué es esto?

—Es un uniforme —expliqué tomando la vestimenta para guardarla nuevamente en ese baúl.

—¿De qué?

—De un grupo.

—¿Qué grupo?

No pude evitar reír por todas las preguntas de mi hijo, me senté en la cama tomando a Raiden en mis brazos y colocando a Yung a mi costado acariciando su cabello.

—Era un grupo en el que estaba con unos amigos, allí conocí a tu papá —reí— pero ahora ya no existe. Se disolvió hace tiempo.

—¿Por qué?

—Porque... (Era peligrosa...) Cada integrante se dedicó a cumplir sus sueños y poco a poco nos fuimos separando.

—¿Qué hacían en ese grupo? ¿Era como un club?

—No diría que un club, pero...

—Es que allí decía vicecapitan.

—¿Quién es vicecapitan? —cuestionó Souya entrando a la habitación, pero cuando vio el baúl soltó un pequeño "Ouh" y no tardó en saber de qué hablábamos.

—¿Qué hacían en ese grupo, papá? —preguntó con emoción.

—Defendíamos a nuestros amigos y nos enfrentrábamos contra feroces bestias —hizo burla mientras cargaba a Yung entre los aires— ese era el deber de ToMan —sonrió.

—¿Peleaban contra bestias? ¿Cómo? —preguntó emocionado.

Souya comenzó a contarle de manera fantástica las aventuras que se vivía con ToMan día a día, Yung no podía dejar de saltar de emoción al imaginarse cada escenario que le decía su papá. No pude evitar sentir un sentimiento amargo de todo esto. Si, definitivamente había una bestia feroz buscando propiciar el mal, sus aliados de igual manera, y hubo solo algunos valientes que se atrevieron a ir en su contra.

Nunca te olvidaré.Where stories live. Discover now