Temp. 2, cap. 8

290 44 5
                                    

Pasaron algunos días, estaba tan feliz que no podía ocultar mi sonrisa, tarareaba canciones mientras leía un libro.

—¿Por qué está tan feliz? —preguntó Kisaki mientras se recostaba a mi lado.

Claramente no por ti, lo miré manteniendo mi sonrisa.

—El doctor dijo que tengo una muy buena salud, ¿No puedo alegrarme de eso? —respondí alegre.

—¿Te hiciste los exámenes para ver si está todo bien?

—Sí, me dijo que me estarán dando los resultados por esta semana.

—Perfecto —Kisaki me abrazó— disculpa si no te acompañé a ver ese tema, estaba ocupado.

—No te preocupes, Hanma estaba allí.

Kisaki frunció ligeramente el ceño y yo sonreí más, no iba a olvidar mis planes, todavía tenía que sacar a Hanma del camino.

—Fue muy divertido, a Hanma definitivamente le incómoda que le hablen de esos temas —reí.

—Sí, a Hanma no le agradó mucho la idea —suspiró con pesadez— pero yo estoy muy feliz porque tú quieres formar una familia conmigo.

Asentí sonriendo, vaya que este tipo hace que mi buen humor se vaya en un instante.

—¿Hoy no te vas a ir?

—No, decidí que no estaría demasiado pendiente del trabajo, quiero pasar más tiempo con mi esposa.

—¿No tendrás problemas?

Kisaki cada vez se acercaba más a mi, quería retroceder, pero no podía. Tomó mi rostro entre sus manos y me besó, apreté ligeramente mis puños arrugando las sábanas.

—¿Quién sería capaz de hacerme problema?

Definitivamente estar con Kisaki no era para nada igual que estar con Souya, trataba de mantener mi distancia de él diciéndole que no estaba de buen humor o cosas así, pero no podía usar las mismas excusas siempre, en esa habitación la palabra "No", no era importante, no existía.

Llegó el día en el que me darían los resultados, realmente estaba algo nerviosa, si me decían que no tenía las condiciones para embarazarme sería algo muy trágico. Kisaki me acompañó al hospital, enhorabuena nos dijeron que ambos estábamos en buenas condiciones, suspiré aliviada.

Pasaron cinco meses y no lograba quedar embarazada, me sentía muy deprimida, ¿Por qué? Estaba haciendo las cosas bien, hasta fuimos al ginecólogo, no lo entiendo. Comencé a replantearme varias cuestiones, en primer lugar. ¿Qué tan posible podría ser que quede embarazada del mismo niño? ¿Todo lo que hice hasta ahora entonces no había valido la pena? ¿Cómo saldré de aquí? ¿Qué será de mi y del niño si todo vuelve a salir mal? ¿Cómo podré regresar?

Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir un peso encima mío, la sábana fue descubriendo mi cuerpo, era Kisaki. Acarició mis brazos mientras depositaba pequeños besos en estos.

—De cierto modo, ver que te estás esforzando para que podamos tener un bebé es lindo —habló en voz baja— sé que ha pasado tiempo, pero llegará en su momento, no importa lo que tenga que esperar, seguiré aquí. Gracias por esforzarte tanto y ahora me doy cuenta de que realmente me quieres.

Volteé mi vista hacia Kisaki, tenía una leve sonrisa, se veía sincera.

—Llegará, sigamos intentándolo.

Kisaki se colocó encima mío y me besó, ya no me opuse, no sentía nada, cerré mis ojos dejándome llevar.

—Hyung, Hyung.

Nunca te olvidaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora