Volví por ti

Un almuerzo familiar

Hoy es un día especial, hoy voy a ir a la casa de Itachi-kun; ayer Mikoto-san me invito a su casa a almorzar y acepté con gusto, extrañaba ir a su casa. Creo que Itachi-kun aún no sabe que voy, me gustaría sorprenderlo.

Me causa nostalgia recordar las largas charlas con Mikoto-san, jugar con Sasuke-chan, aunque él jugaba de mala gana y hablar sobre cualquier cosa con Itachi-kun. Pero hay algo o mejor dicho alguien que me preocupa... Fugaku-sama, la primera vez que lo conocí me dio mucho miedo con su rostro serio y estoico, carente de emociones, su postura firme e inquebrantable, pero lo que más me asusto fue su voz, todo en él me recordaba a Ojiisama

La primera vez que lo vi tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para sacar fuerzas y evitar temblar, pero mientras pasaban los días me di cuenta de que también tiene un lado amable; por ejemplo, cuándo ve a sus hijos o a su esposa, su rostro se suaviza e incluso conmigo dejo de ser tan frío y demostró un poco de amabilidad; sin embargo, volver a ver la misma cara de cuándo lo conocí me asusta.

Me golpeó las mejillas con ambas manos para despejar ese pensamiento mientras estoy en las puertas de la casa de Itachi-kun, me tranquilizó y tocó la puerta, después de un rato quién me abrió fue Fugaku-sama, él se tomó un minuto estudiándome de pies a cabeza.

—¿Mmm?—tarareó indicando que la escuchaba, sus ojos aun clavados en ella como un águila, estudiando cada uno de sus movimientos.

Por alguna razón no tuvo el mismo efecto de la primera vez que lo vi, así que me tranquilice y respondí con naturalidad, pero conservando el respeto al hablar con el líder del clan Uchiha

—Buenos tardes, Fugaku-sama—dijo con una pequeña reverencia—Mikoto-san me invito a almorzar—explicó

—Hn—dijo dando media vuelta yéndose e Izumi antes de entrar se quitó las sandalias ninja, después de pasar el umbral de entrada de la enorme mansión Uchiha se topó con Mikoto en la cocina

—Hola, Izumi-chan—saludó con una sonrisa entusiasmada

—Buenas tardes, Mikoto-san—devolvió el saludo compartiendo su emoción

—Estoy preparando el almuerzo, si quieres siéntate en la sala hasta que esté listo—señaló un mueble

—No, Mikoto-san déjeme ayudarla, usted está embarazada y debe cuidarse—replicó con preocupación y amabilidad

—¿Pero sabes cocinar?—preguntó dudosa

—Sí, mi Okāsan me enseñó—dijo tranquila

No es del todo mentira, la madre de Izumi le enseñó por orden de Touma para las clases de una dama del clan, aunque en verdad a ella si le gustaba cocinar.

—Muy bien, Izumi-chan, ven—dijo guiándola a la cocina

Las dos empezaron a cocinar juntas. Mikoto se sorprendió de lo bien que cocina Izumi con solo cinco años de edad. Sin embargo, cuándo Izumi estaba usando el cuchillo, Mikoto intentó detenerla porque era peligroso y se podía lastimar, pero para su sorpresa ella sabía usar el cuchillo cómo toda una profesional. Después de unos momentos, cuándo la sorpresa pasó, continuaron charlando con naturalidad y diversión, Mikoto cada vez más se convencía de lo que acordó con su esposo.

Ayer en la noche

Mikoto le acababa de decir a Fugaku que estaba embarazada y este estaba feliz y emocionado, aunque claro no lo demostraba. Cuándo ambos estaban en la oficina de Fugaku, ella recordó algo que iba a decirle

—Fugaku—dijo llamando la atención de este—Pues... cuándo salí del hospital me encontré con Itachi e Izumi-chan—contó ocultando su nerviosismo