El viento que lleva al cuervo

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El amor...
Aquel que quiere ser amado, debe querer la libertad del otro, porque de ella emerge el amor, si lo someto, se vuelve objeto, y de un objeto no puedo recibir amor.

-Jean-Paul Sartre

(...)

Mientras Kamano se paseaba por el pasillo de la Academia, con las manos en los bolsillos y sus dos amigos posicionándose a ambos lados, su mente se imaginaba diversos escenarios en una pelea con Itachi. Una sonrisita tiró de sus labios cuando la imagen del Uchiha totalmente derrotado y magullado le llegó a la mente. ¡Oh! Por supuesto que Izumi Uchiha estaba pegada a él con corazones en sus ojos y una sonrisa embobada plasmada en sus labios. Después de todo por ella es que él se iba a enfrentar al prodigio en primer lugar. Ver esa escena hace unos momentos de ella actuando como fangirl, sonriendo y mirando ensimismada al Uchiha (claramente malinterpretó el saludo de Izumi) realmente lo enfermó. Solo era cuestión de tiempo para barrer el polvo con el Uchiha.

Cuando se acercaban a la salida del edificio que conducía al patio de recreo, Kamano y sus amigos chocaron contra una figura enorme y grasosa. Debido a la fuerza de su andar, ellos cayeron con varios giros al suelo de madera.

-¡ITTE!-a los oídos de Kamano llegó el quejido de dolor de sus amigos.

De un salto, Kamano y sus amigos se pusieron de pie y alzaron un puño con enojo.

-¡No te nos atravieses, idiota!

-¿Idiota? ¿A quién llamas 'idiota'?-el estómago de Kamano se hundió al escuchar la voz áspera, que conservaba el timbre infantil de un niño.

La sombra se acercó más amenazante sobre ellos hasta permitirles apreciar mejor su aspecto. Cuerpo ancho que solo podría pertenecer a un miembro del clan Akimichi. Brazos y piernas grandes, junto a su enorme cabeza que se asemejaba más a una pelota. Pelo castaño en punta y ojos del mismo color que en ese momento estaban relucientes de ira. Definitivamente peligroso, gritó la voz interior de Kamano.

-Son de primero, ¿verdad?-espetó haciendo crujir sus nudillos, lo que le valió un sobresalto a los tres.-Así que vienen...-miró a su amigo de la izquierda y este retrocedió-chocan conmigo...-por el rabillo del ojo divisó a su amigo de la derecha y éste imitó al otro-y me llaman idiota.-gruñó furioso con las cejas fruncidas

-¡Fuiste tú quien nos chocó!-mientras se defendía/gritaba a su lado pasó Itachi, que sabiamente decidió ignorar la discusión de esos idiotas.

-¿CÓMO?-rugió, preparando su poderoso golpe. Kamano y sus amigos chillaron muy vergonzosamente cuando el puño del matón se estrelló en el suelo y cayeron hacia atrás, provocando que se abrieran notables grietas en las baldosas de la entrada.

Temiendo por su integridad física, ellos hecharon a correr despavoridos del lugar, ignorando el grito del Akimichi, que venía pisándoles los talones.

En medio del pánico, lo primero que ellos pudieron divisar fue la silueta de Itachi y el inconfundible emblema del clan Uchiha.

El joven prodigio había estado deambulando sin rumbo fijo por el patio de recreo, solo, pues Izumi (su usual compañía en el recreo) tenía que arreglar unas cosas en el salón de clase por pedido de la maestra, hasta que terminará el recreo. Sin su presencia, la mente de Itachi vagaba y se perdía entre pensamientos oscuros, quedando solo una cáscara vacía en un cuerpo vivo. Incapaz de soportar más el dolor que le estaban produciendo esas ideas, Itachi decidió volver a reunirse con Izumi, así sea que tenga que pasar su recreo en el salón. Con las fastidiosas fangirls, pensó con un estremecimiento, hasta que se vio interrumpido de repente por unos brazos que lo agarraron por detrás y le dieron la vuelta, quedando de frente de un ¿Akimichi?

Volví por tiWhere stories live. Discover now