Volví por ti

Especial de San Valentín

Ese día era especial. Era 14 de febrero, es decir, San Valentín. Konoha rebosaba de decoraciones y adornos acordes al día. Las panaderías estaban atestadas de clientes, en su mayoría mujeres. Y los clanes shinobi ponían sus mejores flores en la entrada de cada puerta, tan elegantes como se lo pedían sus líderes, a excepción de los clanes amargados y estirados (Uchiha y Hyuga). Se podía oler el amor en el aire, los pájaros cantaban, las parejas se formaban y todo eso enfermaba a Hayami hasta el punto de sentir náuseas.

-¡Izu, no quiero, por favor! ¡Esto es una tortura!-se dejó caer pesadamente en la mesa de la cocina, donde se ensució la cara y el pelo con harina

-Hayami-nee, te estás manchando toda-Izumi rio entre dientes al ver a Hayami con la cara blanca y su pelo usualmente azabache de un color blanco como la seda

-Esto es horrible-estornudó cuando la harina le picó la nariz-Repíteme por qué tengo que hacer chocolates de San Valentín para un imbécil como Shisui

-Porque...-empezó lentamente, internamente riendo del puchero de Hayami-Shisui-nii es un amigo

-Prefiero "conocido cercano con grandes habilidades para hacerme enfadar" muchas gracias-corrigió cruzándose de brazos y girando la cara para otro lado en un arrebato infantil

-Lo que tú digas, Ami-nee-puso los ojos en blanco, se acercó a la estufa y agregó azúcar en la olla que contenía agua hirviendo

-Hn-ocultó una sonrisa ante el apodo con el que la castaña se refería a ella. De verdad amaba lo amable que podía ser Izumi, pero también había momentos como este en donde esa amabilidad la metía a ella en un aprieto.

Con un suspiro recordó como había terminado metida en ese lío.

(...)

-¡Izu, abre! ¡Esos imbéciles no paran de seguirme!-gritó medio desesperada. Sus fans no paraban de seguirla y la verdad ya estaba harta de que cada vez que saliera de casa una turba de chicos la agobiara con invitaciones o insinuaciones para que le ofrecieran los chocolates de San Valentín que ella horneó, cuando en realidad no había hecho ni una galleta para este día. Simplemente asqueroso. Como último recurso fue a dar a la casa de su mejor amiga y a pedir que la escondiera de ellos por unas horas.

-¿Hum? ¿Qué haces aquí, Hayami-nee?-preguntó cuando la dejó pasar y cerró la puerta de entrada.

-Unos idiotas no paraban de perseguirme e invitarme a salir. Ni siquiera los conocía, era muy molesto.-bufó enojada mientras se quitaba las sandalias ninja y las dejaba en la entrada.

Paró su andar al reparar en el aspecto de Izumi. Su cabello estaba atado en una cola de caballo descuidada con su flequillo enmarcando su rostro y unas pequeñas manchas de harina se encontraban en sus mejillas y nariz. Vestía una camiseta sencilla de color morado y cuello alto con la cresta Uchiha en la espalda y unos pantalones chándal, encima un pequeño delantal beige se ceñía a su cuerpo perfectamente

-Ay, no. Tú también-Hayami la miró horrorizada, como si hubiera cometido el mayor pecado del mundo.

-No seas exagerada, Hayami-nee. Es divertido hacer chocolates para el Día de San Valentín. Además, el chocolate no es solo para un interés romántico, también puede ser chocolate de amistad o para un familiar ¡Ven, vamos a hacer chocolates juntas!-agarró la muñeca de Hayami y prácticamente la arrastró hacia la cocina.

-¡No quiero! ¡Odio el dulce! Prefiero comer ramen o cualquier cosa menos dulce-refunfuñó junto a la estufa

-Aún no entiendo como puedes odiar el dulce-murmuró con el ceño fruncido-Por eso hice estos chocolates sin azúcar. Usé chocolate amargo y cacao, así que no tiene ni un poco de azúcar. Es una receta nueva, espero te guste, Hayami-nee-sonrió entregándole una bolsita transparente amarrada con un fino lazo celeste