Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚

4 ► La verdad llegó más temprano de lo previsto.

Nils Barker:

El tiempo es relativo, engañoso, cruel, despiadado y frívolo. No hay compasión alguna en él. Atesoramos recuerdos porque sabemos que no podemos volver a repetirlos, al igual que nuestras decisiones. Cual sea la opción que tomemos, ya está hecho.

Escuchar a Farett siempre había sido un privilegio. La astronomía se convirtió en un equivalente a mi amor por la soledad, por la noche, por la música. Si tuviera que elegir entre vivir en un mundo normativo, el cual me exige cumplir ciertos requisitos para encajar y otra en la cual simplemente soy dueño de mi propia vida, no dudaría un segundo en echar un vistazo al futuro a ver si lo logré. Creo que es la única manera de asegurarle al antiguo yo que fui feliz. Hoy por hoy solo me quedaba como recurso escuchar al mejor, al profesor que me apoyó más que mi propia familia y que gracias a eso estaba estudiando. Porque sí... Aker me entendía. Era como mi segundo padre. De hecho, el día en el que le dije a Charly (mi padre) que estaba deprimido, me mandó a trabajar para que se me quitara el ocio. Estaba algo cansado... Y con miedo de no llegar a ser lo que quería ser.

Y hablando de la chica nueva... Ni idea qué palabras usar. Solo me dediqué a observarla pelear con el vecino. Era irrespetuosa, interrumpía a la gente, no se quedaba tranquila en el asiento y hablaba sin cesar. Para ser sincero, me ponía algo inquieto.

Vale, que también me provocaba cierta intriga y sospecha. ¿Era acaso sobrina de Aker? ¿O era solo una muchacha que mentía? No lo sabía, pero algo me decía que debía ser desconfiado hasta no conocerla bien. Su aparente nerviosismo y su capacidad de interrumpir el espacio personal de cualquiera me hacía mirarla a cada instante, asustado. Rogaba para que no me hablara.

Dios, pero que chica tan... intrépida.

Sin embargo, no era tiempo de analizarla. Debía entregar unos trabajos para la universidad, ordenar mi habitación hasta que quedara perfectamente limpia, esperar a que una canción de los Beatles se reprodujera en la radio para grabarla... En fin, muchas cosas y poco tiempo.

Además se me antojaba un jodido cigarrillo.

—No, no, no, Señor... —alegó ella, peleando y sacándome de mi ensimismamiento—. Usted es un charlatán.

—¡Te dijo charlatán! —rió Aker aplaudiendo. Hunter rodó los ojos.

—Es usted una joven irrespetuosa.

—¡Admítalo, hombre! Usted es un completo machista...

—Admítelo, Hunter —continuó Aker bebiendo cerveza. Yo ya me había perdido en la conversación. Solo estaba seguro que, en efecto, Hunter jamás dejaría que una mujer se sentara a hablar de física con él.

—Ok, yo me voy. Estoy algo atrasado con los trabajos de la universidad —dije, parándome de la silla—. Lo veo mañana en clases, Aker.

—Hey, Nils, oye, hijo... Estábamos pensando con Hunter que su hija Mary Rose puede prestarle ropa a Oris. —Me miró—. Como tienen la misma edad y a Oris le robaron sus cosas... ¿Podrías llevarla?

—Sí, sí..., ve chiquilla, mi hija es un amor.

Exhalé. Dios, odiaba conocer a gente nueva, más aún cuando resultaban ser completos parlanchines.

Pero bueno, tomé mi caja con vinilos y avancé hasta la puerta. Comenzamos a caminar los dos hacia afuera.

La chica aún tenía el cabello desordenado. Nunca vi a una muchacha en el barrio que no se peinara. Todas siempre andaban lo suficientemente arregladas para captar la atención de algún muchacho. A ella parecía no importarle y, de cierta manera, le daba un aire bastante espontáneo y peligrosamente impredecible.