17/ Volveré Hacia el Mañana | 2/2 FINAL

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2/2 ¿qué hora es en tu país? 

NILS BARKER:

Salí del baño después de haber vomitado por segunda vez en el día. Lo malo era que no era cualquier baño, era el de la consulta del doctor que le estaba haciendo la ecografía a Oris. 

Diana, Jimmy, Oris, Martina y el Doctor, se me quedaron viendo. 

—¿Estás bien? 

—Sí, solo un poco... ¿nervioso? 

—¿Puedo decir el sexo del bebé ahora? 

Me posicioné al lado de Oris y nos tomamos de la mano, atentos en la pantalla. 

—Y.... ¡felicidades! Es un niño. 

Oris se tapó la boca, impresionada. Jimmy, por otro lado, tuvo que darle un par de dólares a Diana que había ganado la apuesta. 

—Te dije que el truco de la aguja nunca falla —comentó. 

—Era mejor comprarse un gato. —Martina rodó los ojos. 

—Vamos, sabes que eres nuestra regal... Compermiso. —Fui al baño nuevamente. 

Las náuseas estaban acabando conmigo. Me sentía horrible. Tenía acidez, reflujo estomacal, vómitos, náuseas y antojos. Pero también intentaba fingirlos. Oris me preguntaba qué pasaba conmigo, pero yo solo le sonreía, apenas y le decía que todo estaba completamente normal.

 Y es que era el hombre del hogar, debía ser protector, no el que tenía antojos... 

Las veces en las que tenía que arrodillarme para sacarle el cabello de la cara cuando vomitaba era una tortura. No podía decirle: "ya deja de vomitar, me toca". ¡Me toca! ¡Era algo que no me podía estar pasando a mí! Dios, ¿qué hice para merecer esto? 

El tiempo pasaba y pasaba y joder, ese niño me estaba torturando. Incluso sentía que Frijolito se reía de verme así... acostado en la cama, con la almohada sobre mi cabeza, vislumbrando mi sufrimiento...

—Yo creo que deberías ir a ver médico, estás pálido —decía ella. 

—Dame un beso y se me va a pasar. 

Se dirigió gateando hasta la cama y encontró mis labios. Me dio un beso corto y luego me abrazó. Nos quedamos así unos instantes hasta que luego nos sentamos ahí mismo e hicimos una lista de las cosas que nos faltaban para el parto. Acto seguido, partimos hacia el supermercado para comprar la cena. Era sábado de pizza cocinada por Diana. 

—Papá, ¿me compras estos audífonos? —preguntó Martina.

—Okey, ponla en el carro. 

—¿Y estos para regalárselos a Miles? 

Rodé los ojos. 

—Ya, ponlo en el carrito. 

—Genial. De seguro le van a gustar. 

Como lo reemplazan a uno. 

—¡Tío Jimmy, no puedes abrir los dulces antes de pagarlos! 

—Pero guardo el papelito, ¿ves? Los MYM son mi nueva adicción. —Jim se echó un puñado de bolitas de chocolate a la boca—. Iré a comprarme cervezas para pasar el fin de semana, ya vuelvo. Digo... bebidas, cariñito, nadie bebe alcohol aquí... —Me miró con cierta complicidad y luego se marchó. 

—No entiendo para qué otro integrante en la familia... Digo, estoy yo, Frijolito, y además, estamos criando al tío Jimmy. 

Martina tenía doce años y había cambiado mucho. No reía tanto como antes, ni de mis chistes. Le avergonzaba un poco que fuéramos a buscarla a la escuela, y vivía con el entrecejo fruncido. Era como si todos los adolescentes se programaran para ser iguales y para odiar la vida. 

Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora