Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚

6 parte 1 ►Una ciudad construida por Aker Farett.

Hola! Subí re tarde la actualización jaja pero aquí estamos. Déjenme un corazón los que me están leyendo :3

Oris Farett.

Recién estaba despertando. Las camas me resultaban una tortura; apenas me estiraba y la madera comenzaba a rechinar. Tenía dolor de cuerpo, similar a una gripe por culpa de la almohada. Para remate, estaba durmiendo con una camisola, de esas que usaría mi abuela.

Bostecé e intenté recostarme, pero de un respingo me incliné hacia adelante cuando vi que Nils, al tratar de entrar por mi ventana, cayó sobre unas cajas que estaban en la superficie.

Pero qué...

Me dio tanto susto que no pude evitar lanzarle el estuche.

—¡Idiota!

—¡Soy yo! ¡Shh...! —susurró, colocándose de pie. Luego comenzó a sacudir su ropa—. ¡Shh! Joder. ¿Siempre gritas por todo?

—¿Todo bien, Oris? —Sentí la voz de mi abuelo.

—Sí, es solo que... —Nils clavó los ojos en mí algo asustado y con el cabello algo arremolinado— me estoy cambiando ropa...

—Ok. Te espero con el desayuno entonces. ¡Yo igual me levanté tarde! ¡Te preparé unos ricos Waffles!

—¡Gracias! —Me alegré, pues esa era la costumbre que teníamos con él todos los sábados y domingos—. ¡Voy de inmediato!

—¡Genial!

Cuando sentí sus pasos bajar por la escalera, le lancé un cojín a Nils. Ni siquiera sabía por qué lo estaba haciendo. Me sentía muy nerviosa...

—Linda camisola... —me molestó cubriéndose el rostro con los brazos, divertido. Era obvio que lucía horrible. Vestía como de esas niñas que probablemente se aparecen en el pasillo a las tres de la mañana.

No tardé en ponerme colorada.

—No es mía, y lo sabes.

—¿Cómo son los pijamas en el futuro?

—Yo uso pantaletas. —Me encogí de hombros.

Bajo un bostezo, dijo: «creo que me agrada el futuro». 

—¡Basta!

—¿Basta qué? No me pidas que actúe normal, ¿vale? porque no he dormido nada. Me tomé un café cargado por la mañana con tres cucharadas de azúcar y dos putos cigarrillos. Tengo los ojos inyectados en sangre por haber leído setecientas páginas de mecánica cuántica... Y... Joder, es que me da risa cómo te ves con esa camisola...

—Te voy a cancelar, Nils. Por Bullying.

Él se quedó mirando hacia la ventana meditando lo que dije. O bueno... diría que... ¿se quedó pegado?

¿Hay alguien ahí?

La cosa es que me obligué a sentarme en la cama. El viaje me había dejado mareada y además tenía cierto grado de anemia que, cuando me paraba muy rápido de la cama, ¡Bom! Me caía de cabeza y se me reiniciaba el Windows.

—Por si te interesa, estoy un poco mejor —dije—. Anoche se me quitó un poco el miedo. Me dormí tarde, pero no experimenté náuseas o dolor de cabeza fuerte o... ¿Dónde dejé mi libreta? 

—En el velador —se apresuró en decir, inmutable—. Está... a tu lado.

Miré y precisamente se encontraba ahí. La abrí para mostrarle los dibujos que había hecho. En mis tiempos libres solía dibujar. No lo hacía muy bien, más me agradaba.