3 ►La misteriosa desaparición de Oris Farett.

28.7K 2.6K 900
                                    

ORIS FARETT:

Me recontra cago en el universo.

El universo tipo: ¿Y a ti quién te conoce, pendeja?

Vale, olviden los memes mentales. Lo que pasó fue que hace un par de minutos con mi ropa un tanto sucia y con mi cabellera hecha un lío, bajé corriendo hasta la ciudad. Todo era extraño, absolutamente todo. Si bien tenía sospechas de que la máquina había funcionado, no perdí la fe de que todo era una maldita pesadilla. Al principio creí que se trataba de un desmayo. Sí. Aston no pudo abrir la puerta y fue a decirle a papá; a él no le interesó y pues me dejaron ahí.

Las cosas como son.

Pero después todo se volvió extremadamente raro... Desde los autos que cruzaban la calle en el centro, hasta la vestimenta inusual de las personas. Dentro de cada esquina había muchos vehículos descapotables que paseaban como Pedro por su casa con Elvis de fondo. Las muchachas lucían vestidos lunares y cintas extrañas en la cabeza. Absolutamente todo el mundo fumaba, incluidos los chicos que cruzaron frente a mí en el paso de cebra. Su presencia rutilaba en lo exagerado con sus chaquetas de cuero, con sus remeras blancas y sus jeans lo suficientemente cortos para dejar ver un pedazo de sus calcetas albar y unos zapatos de charol. El aspecto de ellos me resultaba tan fascinante y aterrador al mismo tiempo...

Esperaba a que al menos un miembro de mi familia estuviera en mi hogar y me dijera: jaja, bromita. ¡Pero no! ¡Estaba frente a un castaño de cabello desparramado que me miraba como si hubiera demandado a sus padres por existir y a un rubio que no paraba de coquetearme!

Pero claro, todo cambió apenas vi a ese hombre que hace unos días atrás pudo decir mi nombre y cuanto me quería. Mi abuelito estaba pasando por un cáncer de pulmón en etapa terminal. Era un anciano que, a pesar de que lentamente se estaba apagando, no dudaba en apretar de mi mano y acariciarla. Hoy por hoy lo estaba viendo en la flor de su juventud y no podía luchar contra eso.

Mis ojos brillaron al verlo y una sonrisa genuina se formó en mi rostro. De inmediato me dejó de parecer terrorífica la idea de quedarme en el pasado.

—¡Barker, Hamlet! —Alzó los brazos para darle unas palmadas en la espalda al muchacho rubio—. ¿Preparando los vinilos para la venta de garaje?

Limpié una lágrima que se había escurrido por mi mejilla de una manera sutil.

—Hola, profesor —habló el castaño de ojos marrones, mirándome.

—¿Y esta chica quién es? —me dijo de una forma pura. Yo no hacía más que mirarlo con admiración.

—No sé, creí que usted ya la conocía. —El tal Nils frunció el ceño.

¡¡Ya cállate maldita sea!!

—Yo... Yo soy Oris... La hija de Desmond, de su primo que vive en Saint Brown... —titubeé un poco. No era muy buena mintiendo, pero por suerte tenía un familiar con mi mismo nombre—. ¿Me recuerda?

—¿Eres Oris? ¡Dios! ¡Tenías seis años la última vez que te vi! ¿Vienes a visitarme? ¡Por favor dime que sí!

—Sí... Vine a visitarlo por... por un par de días.

La verdad era que en ese entonces quería quedarme para siempre junto a él. No dudé en mentir. No quería que existiera la posibilidad de que no me creyera y yo me quedara sin opciones. Si mi abuelo era joven y sano, estar a su lado me resultaba una idea tentadora, más aún cuando debía darle tiempo al tiempo. Aker era un astrofísico reconocido, al igual que mi padre. Quizá era mi única opción. Solo debía saber cuán informado estaba mi abuelo en los años sesenta para que no me hicieran pasar por loca. 

Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora