Capitulo 35 Un mundo mejor (Final).

36 8 94
                                    


                         Alexander.

 

Dragnil se había ido, sabíamos que al volver ella, estaría dando inicio a esto, estaban preparando nuestro uniforme negro para poder camuflarnos con los demás y que no puedan identificarnos. Vero y Lili estaban alistándose también, Erick se notaba nervioso, pelear a lado de la mujer que amas no es un tema que pase mucho por su cabeza. Debíamos protegerlas y también ellas a nosotros. El entrenamiento que recibieron no es suficiente, les enseñaron lo básico pero no creo que ellas estén dispuestas a matar a alguien por nosotros. No sabemos cómo puede afectar eso a su mente. O si tan solo pueden con el cargo de conciencia

Realmente era el fin de esto, en parte sentía un alivio, pero había algo que me estaba inquieta bastante. Era como un presentimiento, cómo si algo me llamara, no sé cómo explicarlo. Cada que lo pienso siento la necesidad de ir y ver lo que me está esperando en el campo de batalla. Así me sentí la primera vez que peleé de forma callejera.

—Alex, ¿todo en orden?—pregunto Erick, sacándome de mis pensamientos.

—Siento algo extraño.

—Yo igual, por alguna razón no puedo hacer que mi corazón deje de latir así de rápido.

—No son nervios, eso lo tengo claro.

—Deberíamos de ir a ver a las chicas, seguramente ya están listas.

Intenté pensar en otra cosa para poder quitarme ese sentir, tocamos la puerta de él taller de Vero y ellas nos dijeron que cerramos los ojos. A pesar de las circunstancias ellas no dejan de sorprendernos. Entramos aún con los ojos cerrados rezando por no chocar con algo.

—Ya pueden abrir los ojos—dijo Lili entusiasmada.

Cuando los abrimos pudimos ver qué sus uniformes estaban del mismo color que él nuestro, aunque a ella se le ve mucho mejor que a mí. No pude dejar de verla, de hecho sentía que se me iba a salir la baba de tanto tener la boca abierta. Ella se dio cuenta de mi acción y se sonrojó un poco, corrió hasta a mi para poder darme un abrazo. Sin pensarlo lo correspondí, me alegraba ver qué no estaba asustada ni preocupada. No sé cómo es que puede mantener la calma en un momento así, pero esa es una de las cosas que admiro de Lili.

—¿Cómo me veo?—Lili puso su mano en mi pecho y con un dedo empezó a jugar de arriba abajo mientras me miraba a los ojos, esa sonrisa…, esa puta sonrisa. Me dan ganas de repetir lo de anoche.

—Si fueras una asesina me dejaría matar a besos—dije coqueto.

—Me dan asco, voy a vomitar—hace sonidos de arcadas.

—En vez de estarte burlando mejor bórrate los chupetones de mi hermano.

—¿Por qué?, a demás Lili también tiene, maldito pervertido.

—Eso fue porque me deje llevar un poco—digo avergonzado pero lleno de orgullo.

—No se por que se pelean si Vero tiene más en sus chichis que otra cosa—cuando Lili dijo eso le saco la lengua a Vero y me abrazo, enterrando si cara en mi pecho.

—No es mi culpa que a Erick le gusten—a este punto mi hermano ya estaba rojo, pero no uno normal.

—¡Oigan ya!, no es el tipo de cosas que se deben decir—replico Erick.

La verdad estábamos discutiendo sobre ese asunto hasta que Dragnil entro a la habitación, todo era silencio y con un ambiente serio.

—Me dieron el informe que me estaban observando en el cementerio, solo habían dos personas. Tal parece que también están buscando a Robert, sospechan que está aquí. Lo que quiere decir que nuestro plan va por buen camino.

Nuestra Maldición Where stories live. Discover now