Capitulo 33 Un amor muerto

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                            Dragnil.

Me alegraba que ellos estuvieran bien, estuve charlando un rato con mis sobrinos para intentar aclarar varios puntos. Estábamos sentados en los sillones de la sala tomando un té de Valeriana que preparo Harry para calmar los nervios.

—¿Entonces les dijo que Robert estaba muerto?

—No exactamente. Solo sabemos que los traicionó para ayudarnos—la mirada de Alex estaba sobre mi para ver mi reacción.

—En este momento él queda en segundo plano—respondo de forma seca.

—Sabemos dónde se oculta, interrogue a uno de ellos y con tal de salvar su vida me dijo todo lo que quería saber.

—Necesito saber el lugar.

—Se encuentra en un lugar apartado en el bosque, una casa grande en el centro de людина гора (Ludina Gora). Está lejos de aquí.

—¿Puedes anotar las coordenadas?

—Claro.

—Erick—Vero lo llama preocupada.

—Tranquila, estoy bien. Ya siento un poco más mi cuerpo—Erick anoto lo que le pedí y de inmediato lo mandé a que revisen esa área.

—Pueden irse, pasen con Harry para que los examiné.

—Dragnil. Si está ubicación es real, entonces volveremos a atacar, esta vez con más fuerza.

—No lo harás—interrumpió Lili con un tono de preocupación.

—Pero, es la única forma. Usaremos nuestras “muertes” para atacar—Alex estaba confundido por la reacción de Lili.

—No dejaré que lo hagas.

—Estoy de acuerdo con ella—mencione.

—Tía, sabemos que están preocupadas por lo que pasó y que tienen miedo. Pero no nos pueden encerrar.

—Si ustedes van, nosotras también—Erick volteó a ver a Vero sorprendido por sus palabras.

—De ninguna manera.

—Mi hermano tiene razón, no dejaré que Lili se meta en esto. Ya ha pasado demasiado con todo esto.

—Te equivocas.

—¿Lili?—la mirada de Alex es desconcertante.

—Esos mal nacidos me metieron cuando te lastimaron, quiero pelear a tu lado—estaba más que decidida, se podía ver en su mirada. Estás ya no son niñas, son mujeres queriendo proteger a los hombres que aman.

—¿Se dan cuenta del peligro que correrían?, Vero, no lo harás.

—La dama nunca le pude permiso al rey para hacer un movimiento. Esto es una muestra clara de que separados no es posible ganar.

Nunca había visto esa determinación en años, algo que es claro es que ellas no son mujeres cualquiera. Los chicos ya no dijeron nada porque sabían que ellas seguirían adelante con o sin su permiso. Después de esas conversación decidimos ir a descansar un poco, yo necesitaba pensar las cosas. Una parte de mi sabía que Robert no estaba muerto y por el otro lado sentía que era mejor no volver a verlo.

Los resultados en los exámenes de sangre de Alex y Erick mostraron que lo que estaba en su sistema no era veneno. Es una sustancia que hace que el corazón deje de latir por un periodo de tiempo y eso incluye su respiración.

Estaba revisando el examen y en eso Harry toca la puerta, le dije que pasara, él se sentó a mi lado en la cama.

—Dragnil, lo que pasó hoy.

Nuestra Maldición Where stories live. Discover now