Capítulo 14: En ese caso, Sandu ShengShou, permíteme la indulgencia

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El mes siguiente hasta la Conferencia de Discusión en Lanling Jin pasa en un parpadeo. Un parpadeo de caos y descontrol en el que todos los implicados -todos los discípulos de Yunmeng Jiang, en especial aquellos que cuentan con la confianza de Jiang WanYin y Nie MingJue- van de un lado para otro sin pausa bajo las órdenes de su líder de secta. Jiang Cheng apenas descansa en ese mes y si logran que se acueste antes del amanecer, es solo por las leves dosis de tranquilizantes que Yu Tian cuela en sus tés sin que se entere. O quizá hace ya tiempo que lo sabe y lo permite porque se ha dado cuenta de que es eso o volver a explotar por culpa de una desviación de qi que apenas logra controlar empeorada por el cansancio y el insomnio crónico. Que Nie MingJue suela ser el que le acompaña a sus aposentos relaja un poco ese carácter explosivo suyo y facilita las cosas, porque a su lado cada vez se siente más tranquilo, más seguro. Por lo menos lo suficiente como para permitirse dormir al menos algunas horas sabiendo que habrá una presencia a su lado cuando despierte.

Con Sandu en su cadera lista para ser desenfundada en cualquier momento y despegar y Yu Tian a su lado, firme y eficaz como siempre es, Jiang WanYin efectúa la última revisión en la comitiva que le acompañará. Todo debe estar en perfecto orden, todos los uniformes pulcros y bien cuidados y ni un pelo fuera de su sitio. Yunmeng Jiang continúa su lenta recuperación económica y la apariencia es más importante que nunca. Conforman la cuarta de las Cuatro Grandes Sectas y deben actuar como tal. Deben serlo, en fondo y en forma. Que cada discípulo y cada discípula que se ha presentado en su presencia como voluntarios para acompañarle vayan impecables deja claro su compromiso con la secta y su lealtad a su líder, y Jiang Cheng no puede evitar sentir que al menos una ligera parte del peso en sus hombros se levanta. Yu Tian, que le prometió que sus discípulos estaban listos para cumplir a la perfección, al final ha tenido razón. Ahora que patrulla a su lado por el embarcadero principal, su pista de aterrizaje y despegue, intercambian una mirada. Su primo asiente. Aunque Jiang Cheng lleva la vista al frente con ojos duros y tormentosos, ojos que no permiten ni una debilidad visible, hay un nudo en su garganta imposible de olvidar.

Esta es su última oportunidad para recuperar su derecho a la custodia de Jin Ling, para recuperar a ese niño al que ya quiere como a un hijo. Es su única oportunidad. No puede tolerar ni una única imperfección.

En su cadera, su nueva campana de claridad tintinea. Segundos después, el eco de otra le responde. Nie MingJue llega al muelle con pasos firmes y Baxia en su cintura. Ha acordado reunirse con su hermano y su secta en la Torre Koi, y Jiang WanYin -aunque esto no se atreve a confesárselo a nadie, y menos a su... lo que quiera que sea MingJue- teme que vuelva con ellos a Qinghe Nie tras la Conferencia de Discusión. Sabe que es lo correcto, es lo que corresponde... Nie MingJue, ChiFeng-Zun, sigue siendo el líder de otra secta. Y, sin embargo, no quiere que se vaya. No quiere volver a quedarse atrás.

Su mirada de hierro azul, su porte y su actitud, por supuesto, no revelan nada de esto. En vez de acercarse como desea a Nie MingJue, se mantiene firme al frente de su gente y le escanea de la cabeza a los pies. En el cinturón del valeroso ChiFeng-Zun, además de su sable, cuelga evidente y acusadora su vieja campana de claridad, un claro signo de cambio. Jiang WanYin enarca las cejas.

-¿Vas a presentarte en Lanling Jin con eso?

-¿Acaso no puedo?

-Puedes hacer lo que te plazca, ChiFeng-Zun. -Dice, con un claro tono de burla que causa una sonrisa en Nie MingJue-. No seré yo quién te detenga.

-En ese caso, Sandu ShengShou -le contesta con el mismo tono, el mismo deje cómplice. A espaldas de su primo, Yu Tian contiene una media sonrisa-, permíteme la indulgencia.

Jiang WanYin pone los ojos en blanco, pero en este caso no es una mala señal. La revisión de sus tropas termina justo antes del despliegue, y ahora el peso de las miradas de Sandu ShengShou y ChiFeng-Zun es el doble. Por suerte, ese gran héroe de la Campaña para Derribar al Sol solo tiene ojos para su líder.

Clarity Bell [MingCheng] [Mo Dao Zu Shi fanfic]Where stories live. Discover now