Capitulo 9: Golpes de calor

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Departamento de Kate

- Dios mió que tarde se me hizo. Nunca pero nunca más vuelvo a dejar que Carol me convenza de acompañarla a una sesión. - Yelena hablaba sola mientras tocaba nerviosa la puerta del departamento de Kate. Le había enviado un mensaje a la pelinegra contándole que estaba demorada y le pregunto si podía quedarse un rato más con Beth a lo que Kate respondió con un simple "encantada".

Volvió a golpear otra vez la puerta, esta vez más fuerza. ¿Acaso se habrán ido a alguna parte? - pensó la rubia. En ese momento la puerta se abrió de golpe y una vez más la imagen con la que se encontró Yelena la dejo sin palabras.

Kate Bishop usando solamente un top deportivo negro y un pequeño short del mismo color. Su cabello estaba recogido en una cola no muy prolijamente. Sus manos tenían una especie de venda y...¡Dios mío!- pensó Yelena – uno, dos, tres y cuatro. Cuatro perfectos cuadraditos marcados en su estomago - La rubia seguía su recorrido - Y esas piernas madre mía. Sin tan solo pudiera... Espera ¿cuanto tiempo llevo mirándola?..

- Yelena, Yelena ¿Estas bien? - preguntaba Kate pasándole la mano por la cara e interrumpiendo los pensamientos de la rubia.

- Eee... si si... yo - yo venia aaaa... - la rubia no podía superar el impacto - Es decir. Vengo a buscar a Beth.

- Si si claro, pasa, pasa - Kate se corre para dejar pasar a la rubia - Perdón por hacerte esperar, es que aproveche que Beth se durmió para hacer un poco de ejercicio - le explicaba señalando la bolsa de box que colgaba en una esquina del departamento.

-¿Boxeas? - pregunto Yelena curiosamente tratando de no mirar a la pelinegra. Lo pudo superar una vez y quizás si volvía a mirarla esta vez no había salida y terminaría encima de ella en un segundo.

- Mmmm, no lo hago como deporte. Simplemente lo uso para descargarme un poco - contaba Kate mientras se sacaba las vendas de las manos y miraba como Yelena observa todo el lugar.

- ¿Tocas la batería? – pregunta la fotógrafa al ver al instrumento en una de las otras esquinas de la sala.

Carajo. Ya veo de donde ha salido tan curiosa la niña - pensaba Kate

- ¿Y la guitarra también? - volvía a preguntar Yelena pero esta vez inspeccionando la guitarra eléctrica que Kate tenía junto a la batería.

Si definitivamente ser hermosas y curiosas es del gen Belova. Aa y no nos olvidemos de la levantadita de cejas. Mortal kombat: Si Yelena Belova te levanta su ceja podrá hacer contigo lo que se le plazca.

- Si estee bueno, mi mamá era una especie de fanática de la música y bueno yo... ella me enseño de chica.

Yelena pudo notar la incomodidad de la pelinegra al nombrar a su madre y supo que tenía que cambiar rápidamente de tema.

- ¿Dónde está Beth? - preguntó rápidamente

- En su habitación - contestó la pelinegra agradecida por el cambio de tema - se quedó dormida profundamente después de comer y de empezar a ver a Nemo jajaja. No creo que termine de verla - dijo sonriente Kate recordando su tarde con la niña.

-Kate, no sabes cuanto te agradezco todo esto. La verdad es que estamos pasando por momentos complicados y uff - suspiraba la rubia - De verdad no se como agradecerte.

- ¿Estas bien? - pregunta la deportista al ver la cara de preocupada de Yelena

- Si si. Bueno no del todo. Estoy cansada, estresada y con mucho trabajo. Me enoja no tener tiempo para mi hija y - y...

- Oye. Tranquila. Te entiendo. Tal vez lo que necesitas es una descarga, como me pasa a mi.. A Kate se le ocurría una idea - Ya se, ven - agarra la mano de Yelena delicadamente y la lleva hasta la bolsa de box - Vamos, hazlo - la anima Kate.

Cuando, donde y como el amor quieraWhere stories live. Discover now