Cuando, donde y como el amor quiera

Capitulo 14: Voy por ti

-Quiero saber si yo...si yo - se señalo a si misma aunque te tenga a ti y tenga a papá puedo elegir a alguien para que sea mi otra mamá. Si...si puedo elegir a otra persona para decirle mamá. Porque yo se que me ama mucho, mucho como me amas tu o papá y yo la amo mucho mucho a ella. - finalizó Beth sin mirar a su madre.

Al ver que su madre no había entendido del todo agregó - ¿quiero saber si puedo preguntarle a Kate si quiere ser mi otra mamá?

Tuu tuuu tuuu ¡muevete idiota! ¿O acaso no ves la luz verde? TUUU Tuuu. Pero Yelena no reaccionaba ante las protestas de los demás conductores. Todavía seguía procesando cada palabra que le había dicho Beth. Por primera vez en su vida no tenía todas las respuestas para su hija. ¿Que le iba a decir?

-Eee... Espera...Espera Beth - Yelena trataba de aparcar su coche a un costado de la calle, este tipo de preguntas deberían estar prohibidas cuando uno maneja, como usar celular o manejar borracha - Puff - Suspira. Respira hondo - A ver, Beth. Tu no puedes andar por la vida eligiendo gente para que sea tu madre - La rubia no estaba segura de las palabras que salían de su boca.

-Pero... - Beth interrumpía.

-No. Espera déjame hablar. Ser madre implica muchas cosas no sólo divertirse como tu te diviertes con Kate. Tu y ella se llevan muy bien lo entiendo, por eso son amigas - explicaba Yelena.

-Pero mami... ¿tú me quieres? – preguntó la niña.

-Si por supuesto pero...

-Kate también me quiere... ¿tu me cuidas? – la mayor asistió - Ves. Kate también lo hace.

-Beth cariño, se que te has encariñado mucho con ella pero no puedes pedirle eso. Algún día ella va a tener su propia familia, sus propios hijos - A Yelena se le formaba un nudo en el estomago de solo imaginarse a la pelinegra armar su vida con otra mujer...

-Y bueno serán mis hermanos entonces – la lógica de la niña era acertada.

- Lo siento pequeña pero no puedes preguntarle eso a Kate, no es correcto. - concluyó Yelena volviendo a arrancar el auto y mirando de reojos a su hija como se echaba contra el vidrio haciendo pucheros.

Departamento de Yelena

Apenas entraron a la casa Beth salió corriendo a su pieza como si estuviera preparándose para los 400 metros llanos de las olimpiadas. Ni siquiera se detuvo a saludar a sus tías. Entró a su pieza y pegó un portazo.

- Guaauu esa cara no debe significar nada bueno - decía Natasha que había observado todo el trayecto de la pequeña hasta su pieza - ¿Qué pasó Y? ¿Coqueteó con alguna camarera de nuevo? Al paso que va esta niña va a tener más conquistas que Leo Di Caprio - ¿Y tu porque traes esa cara? Habla Yelena me estas preocupando - la abogada se empezaba a poner sería al ver la cara que traía su amiga.

-No van a poder creer lo que me acaba de preguntar mi hija - Dijo Yelena.

- No me digas que ya quiere saber de sexo. ¡O Dios mío! Pero si apena es un bebé. Wanda hay que buscar el libro que te regala cuando creías que los bebés venían de cigüeñas - Natt se agarraba la cabeza. Se habían puesto una a cada lado de su amiga.

- Natt. Deja que Lena hable - pidió amablemente Wanda- ¿Que paso Yel?

....Luego del relato que Yelena les hizo a sus amigas acerca del "trágico" momento vivido con su hija en el coche, las otras dos se habían quedado procesando toda la información.

-¿No le dijiste nada más? – Era la rusa la que preguntaba.

-¿Qué más podía decirle Natt? Tiene que entender que no puede preguntar algo así es... - Yelena fue interrumpidas por golpes en la puerta.