Capitulo 22: La despedida

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-¡Listo! - Anunciaba Yelena cuando terminaba de ponerle la remera a Kate – no es que me queje pero si vas a terminar todas nuestras discusiones en ropa interior, tengo el presentimiento que nunca voy a ganar - decía la rubia poniendo sus brazos alrededor del cuello de su pelinegra.

- La idea es que tu también quedes con poca ropa - le dijo Kate con una sonrisa provocadora, mientras tomaba a la rubia de la cintura - ¿Vamos? No es que no me guste estar así con mi novia, pero necesito cambiarme el uniforme - preguntaba acariciando su rostro.

-¿Recién te recupero ya nos separamos? - preguntaba la fotógrafa

- Primero - Kate le dejo un corto beso en los labios - nunca me perdiste, lo que pasa es que tu no confíes en mi aun - la rubia iba a protestar pero la deportista se anticipó - no digas nada - puso un dedo en sus labios - Me va a gustar ver cómo vas a hacer para compensarme después de que te demuestre que eres la única mujer que quiero a mi lado - dejo otro corto beso - Y segundo, ¿puedo proponer algo? - pegunto dulcemente.

- ¡Epa!, si que las deportistas hacen las cosas rápidas. Hace unos minutos que somos novias y ya quieres proponerme matrimonio - bromeaba Yelena - ¿no piensas que van un poco rápido las cosas? ¡Me estás asfixiando! - La rubia aguantaba la risa. La cara que ponía Kate era genial.

- Ja ja, muy graciosa señorita Belova... ¿sabes qué? Olvídalo - Kate se hacía la ofendida ¿Nos vamos? - se soltaba de su novia y caminaba hacia la salida.

- ¡Bishop! - La llamo Yelena, Kate giró a verla - Ven aquí - ordenó alzando su dedo y moviéndolo de arriba hacia abajo para que su chica se acercara a ella, pero la pelinegra agitó su cabeza negándose -¿No vas a venir? - Preguntó la rubia. Kate volvió a negar con su cabeza - ¡Uno! - alzó uno de sus dedos, Kate no se movía - ¡DOS! - contó Yelena alzando el segundo dedo, pero al igual que el anterior la pelinegra no se movió - ¡y tres! - llegó al final sin lograr nada.

-¿Y ahora que vas a hacer? No me asustas Yelena - dijo Kate burlándose.

- Voy a usar tu misma estrategia - agarró el borde de su remera y la empezó a subir por su cuerpo lentamente - ¿Vienes? - preguntó con la remera en la mano, Kate no gesticulaba palabra alguna, ni movía su cabeza, nada. Sólo miraba. - ¿No vienes? Bueno, vamos a ver ahora - desprendió el botón de su jean y empezó a quitarlo exagerando sus movimientos. Una vez se los quito completamente miró a la pelinegra que estaba petrificada de tal manera que parecía que le habían hecho un encanto tipo "Petrificus Totalu"

- ¿Tampoco? Bueno - levantó sus hombros - Supongo que algo está fallando. Voy a salir a preguntarle a alguien que me falta. Nos vemos luego - Kate, tú chica cruzando la cancha en ropa interior para que otra persona la vea, reacciona!

Kate corrió hacía ella y la agarró de la cintura - Si das un paso más estás en problemas Yelena- amenazó bromeando la otra chica.

- ¿Me estas amenazando? - Yelena pegaba más su cuerpo semi desnudo al frente de la pelinegra.

- Te estoy advirtiendo - la dio vuelta para enfrentarla - Escucha bien lo que te voy a decir, nadie, absolutamente nadie te va a ver así. Sólo yo - una pelinegra posesiva no estaba precisamente ayudando a Yelena a controlar la situación - ¿entendido? - preguntó

Yelena sacudió la cabeza de un lado al otro - Porque no me lo haces entender... - Y eso es como decirle a un chico que no meta los dedos en el enchufe... Si primero fue Yelena la que le comió la boca a Kate, lo que hizo la pelinegra fue prácticamente canibalismo... Le deboro los labios a su reciente novia tratándole de hacer entender que ella había comprado todos los derechos de aires sobre ella.

- ¿Entendiste? - fue lo primero que preguntó Kate apenas se separaron

- Que... que... que - Yelena sacudió su cabeza, el beso la había descolocado - ¿Qué ibas a proponer? - una cena en medio de Alaska o una expedición al polo norte para la rubia hubiera estado perfecta.

Cuando, donde y como el amor quieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora