Capitulo 39: La prueba

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- ¡Esto es vida! - Natasha estaba disfrutando de una hermosa tarde de sol tirada en una colchoneta inflable dentro de la piscina, con una copa de champagne en la mano - ¡No es mejor que la vida misma... esto es el cielo. Sólo falta que aparezca Jennifer Aniston como mi mucama para llenarme la copa - y porque no.

- A Natti le encanta que yo me disfrace de mucamita - comentó al paso Wanda. Estaban las cuatro tan relajadas que ninguna se esforzó en contestar el comentario de la bailarina.

Después del almuerzo, una herida Kate se había encargado de limpiar la pileta y ahora su novia y sus amigas estaban disfrutando del agua limpia, mientras ella y su pequeña estaban terminando con los cuatriciclos. Steve y Tony hacia rato que se habían cansado del sol así que estaban haciendo un buen uso del equipado salón de juegos de la casa.

- ¡Amo a tu novia Lena! En serio... Es más brindo por la bienvenida del bomboncito a nuestras vidas - La rusa levantó su copa, el resto la imitó.

-Yo brindo por el Señor y la Señora Wilson que llenaron la heladera de alcohol - Peggy ya iba por su tercera copita, menos mal que se había decidido por quedarse en una de las reposeras de afuera junto con Pepper.

Esta última fue la siguiente en levantar su copa - Yo brindo porque esta noche cada una de nosotras tenga lo que se merece - la rubia estaba ansiosa por probar los colchones de las habitaciones.

-Yo brindo por la paz mundial - decía Wanda al mejor estilo Miss simpatía

-¿Puedes dejar de mirarla así? Vas a hacer que nos vuelva a ensuciar el agua - Advertía Natasha a Yelena que desde una de las colchonetas de agua no dejaba de mirar como Kate le enseñaba a manejar el ya arreglado cuatriciclo a su hija - Demasiado con que te convencimos que te cambiaras la bikini - muy difícil había sido tranquilizar a la pelinegra cuando vio que su novia se disponía a tomar sol con sus amigas nuevamente en su malla blanca.

Si Steve y Tony no llegaban a tiempo para sostenerla todos sabían que iban a tener que sacar el botiquín de nuevo. Por lo tanto sabiamente, y con varios ruegos de sus amigas, Yelena se cambio su bikini y no se sacó el vestido hasta llegar al agua y asegurarse de que Beth y las motos tenían suficientemente ocupada a su novia.

- No puedo evitarlo - se defendió la fotógrafa - Me tiene hipnotizada - agregó mientras bebía un sorbo de su copa.

-¿Ya podemos mirarla nosotras también? - preguntó Wanda

- Ustedes se dan vuelta y yo que convenzo a mi hija para que esta noche duerma con sus tías - con eso no se juega Yelena

-Ni te atrevas a mirarla cariño - Nada iba a echarle a perder su noche a la rusa

- ¡Mira mamá! ¡Puedo manejarla! - Beth rodeaba la pileta con la moto y se frenaba justo a la vista de su madre - ¡Ya se frenar! - menos mal.

- ¡Muy bien cariño! Pero dile a tu madre que no quiero que manejes sin casco - alguna de las dos tenía que ser la madre aguafiestas – Y dile que la Amo - volvían los mensajito

Al rato volvieron a sentir el ruido de la moto cerca de ellas. La pequeña se subió el casco de la cabeza - Dice mami que ella te ama más que Cristiano Ronaldo a si mismo... Y también dice que te subas los breteles de la bikini - la pequeña no dio lugar a contestación y siguió probando su juguete nuevo.

- ¿Cómo demonios alcanzó a verlos desde allá? - Yelena levantó la mano y la sacudió hacía su novia como diciendo "Ni pienses que voy a dejar que se me marquen los breteles"

- ¡Yelena! - la retaron sus amigas al ver como Kate dejaba lo que estaba haciendo para caminar con furia hacia la pileta.

- No pudiste verla tranquila... tenías que despertar a la bestia - Natasha odiaba que le interrumpieran su bronceado - Díganle adiós al agua limpia y vayamos buscando un lugar para refugiarnos... ¡Steve trae el botequin! - gritó indignada Natasha.

Cuando, donde y como el amor quieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora