Capitulo 35: Miau Miau

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En una boutique de New York - Miércoles a la tarde

- ¿Puedes calmarte por favor? - Yelena se había cansado de ver como su amiga se movía de un lado para el otro por toda la tienda.

-¿Cómo quieres que me calme? Llevo horas tratando de buscar un lugar perfecto para la puta fiesta de fin de año de mi firma y al parecer ya es demasiado tarde para reservar cualquier lugar. Y por si fuera poco esta es la última prueba de mi vestido, del vestido que voy a estar usando para mi casamiento Yelena ¡Mi casamiento! ¡Dios mio me voy a casar! - Natasha agarró una revista de novias que había por ahí y empezó a abanicarse.

- ¿Qué pasó con el lugar del año pasado? - Yelena se refería a la casa quinta que la rusa había conseguido para la fiesta anterior.

- Al parecer el dueño tubo un problema con un camión - le dijo tratando de hacer una nueva llamada.

-¿Un problema con un camión? ¿Qué le pasó? - "The catkiller" ataca de nuevo.

- El camión se le puso adelante cuando el estaba cruzando la calle o algo así - la abogada le resto importancia.

-¡Natasha! ¿Lo atropelló? – la rubia no podría creer la ligereza con la que su amiga trataba el tema.

-¿Tu me viste cara de inspector de policía, forense o algo así? El asunto es que ahora tengo que encontrar otro lugar... podrías concentrarte en ayudarme. Tú tienes influencias - le recordó.

- Ya hablé con todos Natt. Es la Primer semana de vacaciones, todo el mundo usa sus campos. Me parece que es mejor que canceles la fiesta - le recomendó.

- ¿Te estas escuchando? - No podía creer lo que le estaba diciendo - Yelena rubia hueca Belova, mi fiesta es una de las más épicas de todo New York. Todos en el estudio esperan esta época de año solo porque saben que la grandiosa Natasha Romanoff les va a cambiar su vida - Yelena giraba sus ojos ante lo que estaba diciendo la otra mujer - Hasta nuestros amigos me ruegan para estar en la lista - soltó.

- Eso fue solo una vez y fue porque el año pasado sacaste a Tony y a Steve porque los escuchaste hablando del trasero de Wanda - le recordó.

- No me lo recuerdes. Cada me que me acuerdo de la cara de babosos que tenían me dan ganas de... - se quedó pensando y al rato sacó su IPad.

- ¿Qué haces? - preguntó Yelena

-Tachando al cara de raton y el otro baboso de la lista de invitados - le dijo muy segura.

- ¡Natasha! - Se levantó del sillón y le sacó el aparato - Deja eso ya. Además tú insististe en que Wanda fuera primero en la prueba - al parecer todo había sucedido en medio de la "prueba de la Santísima Trinidad".

- Pero nunca pensé que iban a fallar en el primer obstáculo - Y se equivocó. Ambos chicos apenas vieron a la bailarina en bikini se quedaron clavados a ella.

- Nunca nadie pasa el primer obstáculo Natt - ambas se rieron al recordarlo. La prueba de la Santísima Trinidad consistía en que Yelena, Natasha y Wanda, se dejaban ver en situaciones "inapropiadas" por así decirlo frente a alguno de los novios o novias que estaba siendo testeado, en bikini, en ropa interior, con muy poca ropa, en fin, se mostraban de forma sexy según el terreno en que se encontraban. Una por una iba desfilando frente a sus victimas. Si el juez, que podía ser Peggy o Pepper, notaba que la chica era acosada a miradas, la victima perdía la prueba, sino, hacía alguna seña para que pasara la próxima distracción, la próxima prueba por así decirlo.

- ¿Te acuerdas de Bucky? - le preguntó la rusa a su amiga. Se ve que la prueba de la Santísima Trinidad databa desde preparatoria. - No logró llegar ni hasta que Wanda se sacará el short - Bucky había sido el primero, el conejillo de India del invento de Natasha para medir la fidelidad mental del novio de Yelena en ese momento.

Cuando, donde y como el amor quieraWo Geschichten leben. Entdecke jetzt